Cien tal vez sea un número que no le diga nada, pero cuando sabemos que esa cifra es la cantidad de personas que se han quitado la vida en el Estado, la perspectiva cambia.
El suicidio parece la misma historia de siempre, aunque al final cada circunstancia es diferente, pero tienen un mismo desenlace: la muerte.
Mucho se ha escrito ya sobre este problema de salud pública que ha escalado en los últimos años de tal forma que ya no se ve como un problema, pues la sociedad se ha acostumbrado a este penoso tipo de situaciones que parece no tener fin.
Programas gubernamentales y privados han sido presentados en varios momentos, pero la verdad es que nadie tiene la solución a este delicado asunto que ya sobrepasó todo lo imaginable.
Médicos, psicólogos, terapeutas, psiquiatras, sacerdotes, pastores, todo mundo ha querido poner su granito de arena para detener esta otra pandemia, porque ¿quién no ha conocido a alguien que se suicidó, o que por lo menos lo haya intentado o mínimo externado?
Hablamos de 100 suicidios consumados, pero tal vez es más larga la lista de las personas que lo intentan y que afortunadamente logran ser rescatadas, teniendo una segunda oportunidad de vida.
¿Qué los lleva a tomar la decisión? Pobreza, decepciones amorosas, falta de empleo, enfermedades, adicciones, pero sobre todo la depresión, se cuentan entre las causas para que una persona decida quitarse la vida, pensando que es la solución, pero no tienen la capacidad de analizar que un acto tan grave traerá consecuencias en la familia.
Casos trágicos ha habido en Aguascalientes, bueno, de hecho cada suicidio es trágico, pero algunos han trascendido por la historia que los rodea. En varias familias se ha suicidado un integrante y luego otros toman la misma decisión, sumiendo a sus seres queridos en un círculo vicioso de depresión. No hace muchos años un niño se quitó la vida tras el suicidio de su madre, una historia estremecedora que sucedió en esta Entidad.
Hombres y mujeres en plenitud, personas de la tercera edad, jóvenes, adolescentes y hasta niños forman parte de esta trágica lista que pone de relieve a Aguascalientes en el plano nacional, pues es uno de los Estados donde más suicidios se registran.
La gran mayoría de estas muertes ocurren por ahorcamiento, lo que supone un trauma para la persona que descubre al suicida, pues es una imagen que no se quita de la mente ver a un ser querido pendiendo sin vida.
Por lo que se ve, esta lista fatal seguirá creciendo en lo que resta del año, para pena de una sociedad que no ha encontrado la manera de detener este flagelo. ¿La solución? Ya lo comentamos, nadie la tiene, porque de ser así hoy no estaríamos abordando este lamentable tema.