Ana Isabel Rodríguez López se convirtió en quinceañera y acudió al templo del Señor del Encino acompañada de sus papás y su madrina, para presenciar una misa de acción de gracias en su honor.
Muy atenta estuvo la festejada a lo largo de la homilía, en la cual el sacerdote le dio emotivas palabras y después la invitó a permanecer cerca de Dios y no descuidar su camino. Finalmente, le dio la bendición para que pudiera salir del templo a encontrarse con todos sus invitados y seguir celebrando su cumpleaños.
Por su parte, sus papás le organizaron una fiesta en la cual disfrutó de agradables momentos y bailó su vals para deleitar a todos sus invitados con la coreografía que tenía preparada.