Tras rebasar las dos semanas con respiración asistida vía intubación, las esperanzas para una recuperación del Obispo de la Diócesis de Aguascalientes, José María de la Torre Martín, se desvanecen rápidamente.
Los médicos que asisten al jerarca católico informaron a HIDROCÁLIDO que el estado de salud del prelado empeora de manera sustancial tras dieciocho días con intubación, ya que a pesar de los esfuerzos no hay mejora respiratoria, por lo que comienzan a temer que está cada vez más cerca un desenlace fatal.
De igual forma, la prolongada permanencia del sistema de ventilación ha comenzado a generar sobreinfecciones, lo que aunado al procedimiento de hemodiálisis que desde su ingreso al nosocomio se le ha practicado al Obispo, hacen que el pronóstico sea cada vez más sombrío pues, lejos de mostrar una mejoría, es cada vez más el mantener una asistencia médica constante y creciente para mantener con vida al representante de la Iglesia Católica en Aguascalientes.
Cabe recordar que el pasado jueves 5 de noviembre el Obispo fue internado tras claros síntomas de Covid-19. Primeras versiones afirmaron que había sido llevado a Star Médica, lo cual fue corroborado al darse a conocer al día siguiente, luego de múltiples críticas, que sería llevado al Hospital Hidalgo.
Ese mismo viernes los médicos encargados se dieron cuenta del mal estado de salud del prelado por la baja oxigenación en su sangre, por lo que recomendaron una intubación, misma que se llevó a cabo esa tarde. Fue hasta el domingo ocho que se hizo público por parte del Obispado el mal estado de salud del Obispo y su necesaria intubación traqueal, tras lo cual los rumores se dispararon al grado de afirmar que ya había fallecido el prelado, siendo estos desmentidos en el programa INFOLÍNEA y posteriormente por el propio Obispado. Mientras ello sucedía, los médicos se vieron obligados a llevar a cabo una hemodiálisis por complicaciones renales.
Ese mismo lunes por la tarde, los médicos detectaron fallos en los pulmones, por lo que trasladaron al Obispo de forma urgente al área de Terapia Intensiva del Hospital Hidalgo.
Prácticamente es así como se ha mantenido el jerarca católico, y los augurios no son nada buenos.