Aguascalientes.- Tres de cada diez personas sufren trastornos del sueño y hoy en día se conocen 20 causas asociadas al insomnio, entre ellas el estrés, el estilo de vida, las exigencias diarias y la apnea.
La falta de sueño impacta de manera negativa el desarrollo de las actividades cotidianas, y si es crónica, acelera el surgimiento de enfermedades metabólicas y reduce la expectativa de vida.
Sin embargo, es mayor el número de roncadores que de insomnes, porque México es de las naciones con los índices más altos de sobrepeso y obesidad.
De acuerdo a especialistas de la Sociedad Mexicana de Investigación y Medicina del Sueño y de la Facultad de Medicina de la UNAM, roncar conlleva sus riesgos, porque la apnea que consiste en interrupciones constantes en la respiración durante el ciclo del sueño, es considerada peligrosa por la contracción de tejidos blandos de la vía respiratoria, que evita la llegada de oxígeno a los pulmones.
Otro trastorno del sueño es la parasomnia, que se presenta por sueño ligero: la persona rechina los dientes, tiene sobresaltos o sensación de caer al vacío. Uno más, el sonambulismo, consiste en realizar actividades extrañas estando dormidos. Y la narcolepsia: somnolencia extrema durante el día.
Aunque la gente piensa que puede acostumbrarse, dormir menos tiempo del requerido evita funciones vitales como la restauración de los sistemas neuronales, pues el cerebro se recupera al soñar, y no hacerlo impacta de manera negativa en el desarrollo de las actividades cotidianas, de manera que hay cansancio y lentitud.
En promedio, se debe dormir ocho horas, siete es lo mínimo recomendable y los menores de 21 años nueve horas, porque aún están en desarrollo.
Sin embargo, hoy en día, dormir menos es común en sociedades modernas debido a condiciones médicas, trastornos del sueño, exigencias laborales y académicas y diversas responsabilidades.