“Los trabajadores están preguntando y están inquietos, pero todavía no nos dicen nada del bono”, aseguró el líder de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), Normando López Meixueiro, sobre la esperada gratificación de los empleados federales por el fin del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Sostuvo que es momento de que nada se dice en lo absoluto del bono sexenal, por lo que a sólo dos meses de que finalice el sexenio de la 4T no hay nada seguro sobre ese estímulo que se da al término de la administración en reconocimiento a la labor realizada por los trabajadores al servicio del Estado.
“Claro que los trabajadores se merecen el bono y por lo mismo hay mucha inquietud porque no hay nada oficial al momento y por lo tanto seguimos esperando el anuncio en un sentido u otro”, dijo el líder sindical de los burócratas federales sobre el estímulo de fin de sexenio.
Mencionó que no se sabe si esta será la primera ocasión que no se les pague el estímulo económico a todos los trabajadores federales, toda vez que hasta la administración federal del presidente Enrique Peña Nieto se cubrió ese reconocimiento sin ningún problema.
“La organización sindical tiene el reporte de que en cada dependencia del Gobierno Federal la gente está preguntando por el bono de fin de sexenio, pero no se puede dar una respuesta concreta porque no se ha dicho nada oficial en concreto”, insistió Normando López.
Destacó que el pago del bono sexenal le caería en un buen momento a los trabajadores federales puesto que está por hacerle frente al gasto que se tiene que hacer en lo que viene siendo la compra de uniformes y útiles escolares para el siguiente ciclo, siendo ese el interés marcado que hay para que se defina este asunto que es de mucho interés para las familias de los trabajadores de la Federación.
El dirigente de la FSTSE indicó que se sabe que el secretario nacional Joel Ayala mantiene negociaciones con las autoridades federales en un afán de que se garantice el pago del bono de fin de sexenio, tomando en consideración que viene una carga económica pesada por los gastos que genera lo mismo las vacaciones de verano que el próximo ciclo escolar, por lo que se refiere a la adquisición de todo el material didáctico y los uniformes que se necesitarán en el retorno a clases.