México.- Angélica Rivera, esposa del expresidente mexicano Enrique Peña Nieto, se habría comprado una casa en Los Ángeles (California, EE.UU.) para vivir cerca de su hija que estudia arte dramático en esa ciudad, aseguraron hoy medios mexicanos.
La nueva casa que compró Rivera, en una exclusiva zona de Los Ángeles, habría costado alrededor de 64 millones de pesos (3,2 millones de dólares), reveló la revista TV Notas en su última edición.
"Le encantan las casas blancas", señaló la revista en su portada en alusión a la residencia que Rivera compró en México durante la presidencia de Peña Nieto y que generó un escándalo por haber pertenecido a un contratista del gobierno mexicano.
En las redes sociales circulan varias fotografías del exterior e interior de la casa que supuestamente compró la exactriz mexicana y que fueron tomadas de un portal de bienes raíces que opera en la zona de Los Ángeles.
La mayoría de los comentarios en Twitter cuestiona el origen del dinero con el que Rivera habría adquirido esa casa de Los Ángeles, al argumentar que no trabajó durante los seis años del gobierno de Peña Nieto.
Un presunto amigo de la ex primera dama explicó a la revista TV Notas que Rivera se ha mudado a Los Ángeles para intentar "hacer una vida normal y en paz porque los últimos seis años fueron muy intensos para ella y su familia".
Asimismo, la revista destacó que Angélica Rivera decidió irse a Los Ángeles porque en esa ciudad "estudia actuación su hija Sofía; allá está Hollywood y hay más oportunidad para que Sofía haga carrera como actriz", señaló.
La revista sostuvo que el expresidente Peña Nieto no ha sido visto en la residencia y que Angélica Rivera tiene dos personas de vigilancia que la cuidan ya que no quiere exponerse a una agresión.
En 2014 se divulgó en México la compra de la "Casa Blanca" como un presunto caso de conflicto de intereses relacionado con la compra
de propiedades a contratistas del Gobierno por parte del mandatario y su esposa.
Rivera aseguró entonces que la "Casa Blanca" la había comprado en unos siete millones de dólares que eran producto de su trabajo como actriz en la cadena Televisa y tras el escándalo aseguró que se desharía de la lujosa residencia.