México, 3 ene (EFE).- La Isla de la Roqueta, situada frente a la costa de Acapulco en el Pacífico mexicano, es firme candidata a convertirse este año en Área Natural Protegida (ANP) gracias a su biodiversidad y a un pasado prehispánico recientemente descubierto.
El coordinador técnico de la Asociación Pro Defensa y Conservación de la Isla de la Roqueta, Efrén García, contó a Efe que es la isla más grande de la franja litoral que va desde Acapulco hasta el Golfo de Fonseca, en Honduras, y que su pasado prehispánico le da «un valor especial al territorio».
En los últimos años se ha tratado de convertir este territorio de 420 hectáreas de superficie terrestre y marina en una ANP reconocida por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), que se logrará «muy probablemente este año», pues los trámites «ya están muy avanzados», según el oceanólogo.
Durante las expediciones a la isla para recabar información, el equipo de García encontró en noviembre de 2017 algunos restos prehispánicos.
«En los primeros recorridos apareció una máscara pequeña olmeca, pero con el tiempo aparecieron otros artículos como molcajetes en los escasos manantiales que tiene la isla», recordó el especialista en ecología y acuacultura de la Universidad de Baja California (UBC).
«Después logramos involucrar al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y ahí empezaron las sorpresas», agregó.
En apenas un par de caminatas de cuatro horas por la isla, los antropólogos «identificaron siete sitios arqueológicos y un arrecife de coral fósil».
Entre los vestigios encontrados destacan 12 fragmentos de cerámica de distintas épocas de la culturas olmeca, tolteca y del periodo colonial español.
«Hasta antes de este hallazgo teníamos constancia de que había habido ocupación por una partida de soldados españoles durante la colonia, pero estos restos certifican que la isla había sido ocupada mucho antes», aseguró el especialista.
En la cosmovisión de algunas culturas que habitaron el México prehispánico las islas representaban el choque entre el universo conocido (la tierra) y el universo desconocido (el mar).
La parte alta de las islas era considerada un lugar sagrado y, justamente, en esas zonas «fueron encontrados los restos mencionados».
Respecto al estado de la biodiversidad de la isla, García consideró que se encuentra muy bien conservada y que el 90 % de la extensión no es visitada por los turistas, quienes prefieren quedarse en la playa principal.
Asimismo, matizó que «obviamente necesita acciones de reforestación pero como toda isla en el mundo».
Su principal ventaja a la hora de convertirse en ANP es su pequeño tamaño y su distancia de la costa «a apenas 5 minutos en lancha».
«La roqueta es un área pequeña, fácil de desarrollar y conservar. La vemos como un pequeño laboratorio ecológico cerca de la ciudad de Acapulco», expuso.
Otras islas que sí son ANP presentan una distancia mayor a la costa, por lo que las expediciones son más largas y costosas, algo que no ocurre en este caso.
Si la Conanp otorga el permiso este año el objetivo se centrará en «rehabilitar el espacio hasta que llegue al punto de la era preindustrial».
«Este es el objetivo que debe tener cualquier ANP y lo que queremos hacer aquí en la Roqueta», sostuvo García.
En la ínsula habitan unas 712 especies contando vegetales, marinas y animales, lo que la sitúa en el sexto lugar del Ránking Nacional de Biodiversidad Insular.
De estas especies identificadas, 28 están protegidas de algún modo por las leyes ambientales mexicanas.
Otras 22 están en «listados rojos internacionales» y 24 en un listado de comercio animal.
Además, en la isla habitan tanto «especies bandera como especies clave».
«Las bandera son aquellas categorizadas en riesgo de extinción o amenaza y que son emblemáticas como las tortugas marinas, lobos marinos, la ballena jorobada», precisó.
En el caso de las especies clave, son aquellas que no se encuentran en riesgo pero que sostienen el ecosistema gracias a su función en la cadena alimenticia, como es el caso de la sardina, que sirve de alimento a muchísimas especies marinas.
El oceanólogo destacó que cuando Isla de la Roqueta sea una ANP, buscarán ingresar al Corredor Marino de Conservación del Pacífico Oriente Tropical, una ecoregión marina que va desde la Península de Baja California hasta el norte de Perú, pasando por trece países costeros.