Suecia hoy es un ejemplo mundial por su manejo en la crisis sanitaria y económica causada por el Covid-19. Aunque tiene más contagiados y muertos que el resto de los países nórdicos, en Suecia jamás se les salió de control la pandemia y, lo más sorprendente, la economía en ningún momento cerró como en otros países europeos.
De hecho, los bares, restaurantes y comercios de esa naturaleza permanecieron siempre abiertos, incluso en los días más oscuros en otros sitios del viejo continente en los que cada hora morían cientos de personas por el virus.
Hoy Suecia tiene bajo control la pandemia, lo que no quiere decir que no haya contagios y fallecimientos, y también la economía, que es la más próspera de Europa y la menos golpeada por la crisis.
Pero, ¿por qué si la economía sueca nunca cerró por completo y las personas en ningún momento fueron obligadas a guardar una cuarentena obligatoria, la pandemia no se salió de control? Pues mucho tiene que ver con la cultura, la educación y la civilidad del sueco. Allá no tuvo que salir el Gobierno a exigirles tomar medidas drásticas. No tuvo que convertirse el Estado en una mamá regañona y prohibitiva, pero no lo tuvo que hacer porque los hijos de esa mamá, o sea los suecos, resultaron ser unos niños muy responsables y conscientes de la situación y ellos mismos tomaron las medidas de distanciamiento y autorregulación que en otros países tuvieron que imponerse.
Si se hubiera implementado la misma estrategia de Suecia en otros países, definitivamente la cosa se hubiera salido de control, pues la educación y la civilidad que hay en ese país no se puede comparar, por poner un ejemplo, con la de los latinos, incluidos nosotros los mexicanos, pero también los españoles e italianos. Tendrán que pasar muchos meses para saber cuál país acertó más en las medidas de mitigación de la crisis, tanto sanitaria como económica, pero Suecia ahí la lleva.
Ahora bien, lo que diré a continuación es muy aventurado y quizás medio irresponsable. Pero yo creo que, pese a todo, México no se va a acercar, ni de lejos, a la situación caótica de contagios y muertes de Estados Unidos. Es más. Nos vamos a quedar muy lejos, como país, de los muertos tan sólo en Nueva York. Y eso que en México, el Gobierno Federal no impuso un confinamiento obligatorio. Si lo hubiera hecho, hoy miles de empresas y comercios estarían clausurados, sus dueños multados, y millones de mexicanos ya habrían sido sancionados por no haberse quedado en casa. Se tomó una estrategia, tanto en el Gobierno Federal como en los gobiernos de los Estados, de disuasión, pero jamás de cierre total de la economía. Haberlo hecho hubiera significado quizás la quiebra definitiva del país. Si ya de por si la situación económica era y es terrible, el confinamiento obligatorio, so pena de ir a la cárcel, como en España e Italia, habría significado el suicidio como país.
Se habla ya de reabrir la economía gradualmente. Qué bueno, porque urge. Si por ejemplo en Aguascalientes se puede hacer ya, mientras no se salga de control la pandemia, que se haga. La gente quiere trabajar porque tiene hambre. La gente quiere comercio. Contagios y muertes habrá, y es muy triste. Sólo hay que cuidar que sean los menos.