Ayer, en número reducido, con mascarillas y estrictas instrucciones de evitar contacto entre ellos, decenas de trabajadores de la planta Toyota de Guanajuato, ubicada en el municipio de Apaseo e inaugurada en febrero de este año, a apenas unas semanas de que se decretara el cierre de las ensambladoras de autos, reingresaron a sus instalaciones para reanudar sus actividades, que se irán incrementando conforme se reestablezcan los suministros y aumenten los pedidos, una escena que se irá repitiendo en las plantas del sector en Puebla, en otros puntos de Guanajuato, en Coahuila y nuestra Entidad, principalmente.
Aquí no se sabe bien a bien cuándo se dará la reapertura de las plantas de Nissan y la planta Compas, aunque se dio la fecha tentativa del próximo lunes, en tanto que se pidió a los trabajadores hoy parados que se mantuvieran a la espera para, por medio de su sindicato, anunciar en definitiva qué día y quiénes serán los que retomen sus labores y se precise el cronograma para ir añadiendo a la reapertura los diferentes departamentos.
Justo a una semana de que se cumpla la fecha tentativa, ayer, en el ISSEA hablaban ya de un plan para ir retomando otras actividades, y en la alcaldía se habla ya de que se busca la fecha para la reapertura, en una primera etapa parcial, de los restaurantes, más no de los antros y los bares, todo, suponemos, a plena conciencia de que mientras tanto el número de casos y muertos por el Covid-19 sigue aumentando, aquí y en el país, como queriendo dar por válidas las aseveraciones de que la curva se aplana, pero sabiendo que eso no parece ser cierto, ni con los datos oficiales.