Según la última encuesta sobre ocupación del INEGI, durante los casi 70 días que duró la emergencia sanitaria sólo estuvieron ocupados en el país el 47.5 por ciento de los mayores de 15 años integrados a la Población Económicamente Activa, lo que corresponde que temporalmente dejaron de trabajar 12 millones de personas, los cuales estuvieron en ese período sin cobrar un centavo o, en los mejores casos, recibiendo ingresos parciales.
Si aplicamos una sencilla regla que nos traslada la situación nacional al Estado, donde tenemos el 1.3 aproximado de toda la población del país, podemos aventurarnos que esa situación afectó aquí a un número aproximado de más de 130 mil personas, lo que se correspondería con la realidad si entendemos que sólo las plantas del sector automotriz dan trabajo en este territorio a más de 50 mil personas, más los miles que se emplean indirectamente gracias a esas fábricas.
Ya que cada quien aplique cuentas, en tanto el INEGI da el desglose por Entidades, pero el caso es que es la primera vez en la historia del país, desde que estos datos se contabilizan, en que había más gente sin una actividad remunerada, el 52 por ciento, que los que sí tuvieron un trabajo y un ingreso correspondiente, lo que explica lo lento que será el proceso para reactivar el consumo y con ello el flujo de recursos.