La SCT anunció el viernes pasado que detenía, al parecer definitivamente, las obras de construcción de la Terminal 3 del aeropuerto Benito Juárez, pues estimaba que hasta en 4 años esa terminal no recuperará el volumen de tráfico que tenía hasta febrero pasado, pues lo cierto es que vienen tiempos malos para la industria aérea y para el sector turístico, pues después del descalabro económico viajar, salvo por razones de trabajo, se convirtió de nuevo en aquel lujo que en los años 50 y 60 del siglo pasado sólo se podía permitir la llamada ‘Jet Set’.
Como sea y para los que necesiten hacerlo, paulatinamente y según la demanda, se van reanudando desde y hasta aquí las conexiones aéreas con diferentes destinos, ya en la playa, ya a la frontera, pues los únicos viajes que siguieron operando aquí fueron los de las aerolíneas estadounidenses que nos conectan con Dallas y Houston, en tanto que será esta mañana que, con apenas un vuelo de ida y otro de vuelta cada día, Aeroméxico reanuda la conexión con la capital del país.
Asuntos de negocios y familiares, principalmente, llevarán entonces a los primeros viajeros aéreos en casi tres meses a la capital, lo que nos deja la sensación de estar menos aislados, pues el confinamiento de la crisis sanitaria también nos obligó a posponer asuntos en otros rumbos, pues por ejemplo viajar a la CDMX en las semanas pasadas significaba correr con el alto riesgo de cruzar esa tierra de nadie que es Guanajuato, y luego transitar por la que es considerada la carretera más peligrosa del país, la México-Querétaro.