Aguascalientes.- En una sociedad cambiante, con necesidades permanentes en el hogar y en las calles, con los problemas diarios y tribulaciones de la gente, se han creado programas e instituciones para la atención a distintos sectores de la población, adultos mayores, mujeres, personas con discapacidad, enfermos de todo tipo; pero no hay algo específico para los menores de edad y lo poco que hay, es inalcanzable para los infantes.
Lo que debe tenerse claro y siempre presente, es que “lo que le des a los niños hoy, es lo que ellos, cuando sean adultos, van a regresar a la sociedad”, es una frase que constantemente repite el regidor Mauricio González y que no debiera pasar desapercibida.
En la actividad de los gobiernos y asociaciones civiles todos han tenido cabida, pero casi, casi se les olvidan los menores de edad, y se habla de los que van de los 6 a los 17 años, a los que prácticamente sólo se les considera como escolares y se deja toda la tarea a los maestros y padres de familia, sin tener otro apoyo o entidad a la qué recurrir.
A decir de la socióloga Irma Zavala, es precisamente en esta etapa cuando más atención y programas necesitan, en lo cultural, educativo, deportivo y psicológico, pero también es donde se encuentran más puertas cerradas, al menos para los que no tienen capacidad económica para pagar un servicio de este tipo, ya que los espacios públicos también tienen costo y son muy limitados al tamaño de población que de infantes se tiene.
La señora Luz Apolinar, con gemelos de 8 años y dos adolescentes uno de 15 y otro de 16 comenta que ella ha logrado apenas tener el control en la educación en casa de sus hijos, el problema es que el más grande ya comienza a llegar tomado a su casa y ese es el ejemplo que seguramente tomarán los más chicos, ese es su temor, “tengo a mi esposo, pero el trabaja desde temprano hasta tarde y poco me puede ayudar, no hay violencia pero sí hay alcoholismo en la casa y eso no me ayuda”, comentó.
El psicólogo Nefi Campos, presidente de la Fundación que lleva su mismo nombre, comentó que son muchos los problemas a los que se enfrentan los niños pero pocos se detienen a observarlos, parece que dejan de existir mientras están en la primaria y secundaria, se les mide por una estadística de calificaciones, promedios y asistencia a la escuela, pero poco se va a sus requerimientos emocionales.
En Aguascalientes, según datos que proporcionó el regidor Mauricio Ramírez y que ha considerado para proponer una iniciativa ante el Cabildo capitalino, alrededor de 18 mil niños trabajan, muchos de ellos no van a la escuela pero sí son obligados a llevar dinero a alguien que los explota, de su casa o fuera de ésta, lo cual es una limitante para el sano desarrollo de los infantes.
De aquí se derivan otros problemas mayores como son el alcoholismo, drogadicción, vagancia, malvivencia, embarazos no deseados, entre otros, de los que siempre son señalados y revictimizados, ellos que serían los menos culpables de la situación que viven.
La situación es que no hay políticas públicas que protejan fehacientemente los derechos de las niñas, niños y adolescentes, y cuando ellos llegan a cometer alguna falta, principalmente en la calle, son detenidos.
Es el caso que en el 2018 fueron 14 mil menores llevados a barandilla, 4 veces más que en 2014 cuando fueron apenas 3,500; el problema es que se sigue señalando a los que pudieran tener menos culpa de lo que les acontece y éstos a su vez, muestran su rechazo y rebeldía a la autoridad ya sea del Gobierno o de su casa, haciendo un problema social cada vez mas grande, cuando todo sería más sencillo si hubiera políticas adecuadas y a las que tuvieran acceso principalmente esos que tienen entre 8 y 17 años de edad para que dejen de ser un número en las cifras de los gobiernos.