La pérdida de la memoria o ser considerada una persona despistada últimamente, con tantas cosas en la cabeza que algunas se olvidan, pudiera ser considerado dentro de lo normal incluso en muchas personas de edad avanzada, pero cuando esto se vuelve recurrente entre población no tan grande de edad, es para preocuparse y ser atendido.
Don Ángel, Alberto y Esther, son tres personas que apenas rayan los 60 años, -Alberto tiene 55- y a los 3 se les ha diagnosticado Alzheimer temprano, pues los pacientes con este mal por lo general superan los 80 años de edad, sin embargo hay varias causas que hacen que gente con menos de esa edad presenten síntomas que deben ser atendidos.
Cabe mencionar que de acuerdo al neuropsiquiatra Pablo Quintana, por ahora son pocas las personas que padecen enfermedad de Alzheimer de aparición temprana y que se dieron cuenta oportunamente de los síntomas, algunos dicen que notaron cambios en su comportamiento y actividades entre los 40 y 50 años, dejaron pasar tiempo y fue hasta que sus descuidos fueron más notorios lo que les preocupó.
Alberto Esqueda de 55 años, comentó que para él resultaba imposible reconocer que tendría esta enfermedad, “siempre creí que era una enfermedad de viejitos, inclusive en mi casa mi papá la tuvo y falleció por un notable deterioro. Me di cuenta de la ausencia de memoria intermitente pero pensé que era por mis ocupaciones, pero algo en mí me llevó a visitar médicos hasta que me encontraron con el Alzheimer precoz, es peligroso pero tengo que atenderme”.
Según su experiencia, ni los expertos han podido conocer las causas por las que aparece la enfermedad en edades más jóvenes que los 80 años, pero lo que sí se tiene claro es que viene de familia y está relacionado con 3 genes principales y eso hace que haya riesgo de padecerla.
Esther comentó que a sus 63 años tiene Alzheimer con un poco de control, pues aunque tiene la posibilidad de comprar sus medicamentos, no dejan de ser costosos pero necesarios, afortunadamente dijo, tiene el apoyo de sus hijos y otros familiares y de alguna manera sabe que podrá sobrellevar el daño.
“Lógico que nadie espera que el Alzheimer toque nuestra puerta como si fuera el amor de tu vida, mucho menos cuando estamos en la plenitud de la vida, yo tenía 55 años cuando me detectaron esto y aún me cuesta tiempo entender porque me dio este tipo de demencia. A veces me entra el miedo. Antes sentía que me comía al mundo, ahora siento que el mundo me come a mí”.
Ella tuvo que dejar de trabajar como secretaria en fechas recientes, pues aunque contó con el apoyo de su patrón, “aunque al principio todo parecía normal porque me esforzaba de más, pero he de reconocer que cada vez más, se me olvidan los nombres, tengo bloqueos mentales más frecuentes y hasta me llegué a perder 3 veces en la calle, cerca de mi casa, ahora me tienen que acompañar a donde voy”.
Especialistas refieren que esta enfermedad antes de los 65 años es poco frecuente y en Aguascalientes son contadísimos los casos en esta situación, la mayoría se trata de adultos mayores.
Santiago Ramírez, director del Instituto Biomédico de Investigación, dio a conocer que para el caso de Aguascalientes se estima que pudiera haber unos 8 mil enfermos de Alzheimer y la inmensa mayoría no tienen conocimiento de su situación e inclusive no tienen la posibilidad de acceder a algún tratamiento, y de éstos tal vez menos del 1% pudieran ser casos de gente menor de 65 años, es decir, prematuros.
En la Entidad hay algunas estancias para atender a pacientes con Alzheimer, aunque todavía son pocas y privadas, sólo existe una pública y con escaso apoyo, esto hace que la mayoría de estos enfermos no reciban la atención adecuada.
IDENTIFICANDO FACTORES DE RIESGO
Aunque la mayoría de los casos de Alzheimer son de adultos mayores de 70 años, es conveniente recomendar atención a las personas de entre 40 y 50 años que pudieran tener esta enfermedad de manera temprana y consideren los cuidados que deben tener.
El especialista Ernesto Macías, quien ha trabajado en foros nacionales sobre esta enfermedad y también ha estado presente en eventos organizados por la UAA con esta causa, comentó que además de la genética, pudiera haber otros factores que son influencia para esta enfermedad que genera demencia.
De ahí que la sugerencia es que los adultos jóvenes tomen en consideración algunos factores de riesgo aparte de la genética familiar, como es la hipertensión cardiovascular, la obesidad, el sedentarismo, colesterol elevado, así como aspectos que afectan al corazón y al cerebro, sobre todo porque son enfermedades que podrían generar confusión pero que no está demás descartar posible Alzheimer.
Por su parte, la doctora Carolina Bernal, vicepresidente de la Fundación de Familiares con Enfermos de Alzheimer, comentó que la calidad de un enfermo de este tipo es mejor cuando la familia está informada y capacitada en este tema, pues cuando hay negación o ignorancia será difícil dar el seguimiento adecuado y se pueda agravar la salud del paciente.
En el caso de Aguascalientes, aseguró que la Fundación que encabeza Dora Quezada, ofrece asesorías a los familiares de estos enfermos y a grupos de estimulación cognitiva y dentro de lo posible, se ha logrado dar atención al menos una vez por semana a los pacientes que son llevados por sus familiares a dar seguimiento a su padecimiento.
Se estima que son más de 500 personas las que asisten a la asociación de familiares afectados por el Alzheimer y cada vez se suman más, la situación es que el acceso al medicamento es complicado por la existencia y por su costo, lo que es preocupante principalmente para quienes están más cerca del enfermo.
Dora Quezada comentó que las demencias deberían ser una prioridad para la salud pública, sobre todo si se considera que la senectud es una etapa a la que aspira mucha gente a llegar, pero más aún, porque el Alzheimer comienza a afectar a personas cada vez más jóvenes a quienes les cambia la vida porque deteriora su memoria, comportamiento, intelecto y capacidad para realizar actividades cotidianas.