México, 2 jun (EFE).- La falta de reglas de operación del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) y la emergencia por el coronavirus SARS-CoV-2 han llevado a los pacientes con cáncer en México a padecer escasez de medicamentos y falta de atención, lo que pone seriamente en riesgo su vida, alertaron organizaciones civiles.
«Desde marzo, en Jalisco hay desabasto (desabastecimiento) de medicamentos oncológicos y en instituciones de seguridad social están postergando las citas. A una paciente la citaron hasta febrero para darle radioterapia», denunció José Carlos Izaguirre, presidente de la Fundación Cómplices, que ayuda a pacientes con cáncer.
El activista aseguró que a raíz de la pandemia por el COVID-19, esta situación se ha agravado y «están desamparados unos 1.500 pacientes solo en Jalisco».
Uno de los principales argumentos para no contar con medicamentos y citas médicas es que el coronavirus es prioridad «y estamos de acuerdo, pero no pueden olvidar a los pacientes con cáncer, porque el cáncer no se quedó en casa», manifestó.
Detalló que hasta el 2019 los pacientes oncológicos en México estaban protegidos por el Fondo de Gastos Catastróficos que proveía el extinto Seguro Popular, un esquema de aseguramiento público y voluntario garantizado por el Estado.
Sin embargo, el 1 de enero de este año este sistema desapareció y fue suplido por el Insabi, concebido con el fin de dar atención médica gratuita a quienes no contaban con ningún tipo de seguridad social.
JALISCO EN DEUDA CON PACIENTES
Debido a que la adhesión al nuevo instituto no era obligatoria, no todos los estados en México firmaron el acuerdo y Jalisco fue uno de ellos.
«Enrique Alfaro, gobernador del estado, se comprometió a impulsar o fondear los tratamientos para enfermedades catastróficas, pero eso no está pasando», aseguró Izaguirre.
Se estima que más de 22 medicamentos oncológicos en el estado están escasos, por lo que los pacientes tienen que intentar conseguirlos y algunos han tenido entre 50 y 100 % de aumento en precios, «es imposible conseguirlos», advirtió.
Esto, dijo, también está afectando los tratamientos de los pacientes pues los médicos se han visto orillados a cambiar los protocolos de tratamiento.
El activista recordó las palabras del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien muchas veces ha insistido que el Seguro Popular «ni era seguro, ni era popular».
«Pero se equivoca, porque sí era seguro tener medicamentos, sí se protegía a los pacientes con cáncer», aseveró.
La semana pasada el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) aseguró en un comunicado que llegaron medicamentos oncológicos de Argentina adquiridos en compra consolidada por el Gobierno de México.
Sin embargo, según el documento, todavía faltaba que los medicamentos fueran revisados por la Comisión Federal para la Prevención de Riesgos Sanitarios (Cofepris) y luego la Secretaría de Hacienda y Crédito Público determinaría cuántas unidades le corresponden a cada institución del sector Salud.
INSABI NO FUNCIONA
En diciembre del año pasado, López Obrador aseguró que con el Insabi «el derecho del pueblo a la salud será una realidad». Pero al menos en estados como el de Oaxaca esto no se ha hecho una realidad.
Sixto García, presidente de la Asociación Corazón Rosa, dijo que los pacientes oncológicos en Oaxaca han padecido de desabastecimiento de medicamentos desde hace un año.
«Pero ahora, también las consultas de los pacientes están muy retiradas, es lamentable. Y todo porque aún no existen reglas de operación del Insabi», dijo.
En Oaxaca muchos pacientes que atiende esta organización son de escasos recursos y hay medicamentos que suelen costar entre 15.000 y 20.000 pesos (680 y 907 dólares) «nadie los puede pagar», manifestó.
Detalló que antes el Seguro Popular, con el Fondo de Protección de Gastos Catastróficos, se encargaba de proteger a enfermos de cáncer o VIH, entre otras, y con un presupuesto anual de unos 80.000 millones de pesos (3.630 millones de dólares), garantizaba los tratamientos.
«Ahora ya no tienen respaldo porque ya no existe ese fondo. No pueden hacerse estudios especializados y todo el dinero que hay en las instituciones de salud es para tratar a los pacientes con COVID-19», expresó.
En julio pasado, López Obrador, indicó que una de las bases para la creación del Insabi era utilizar 40.000 millones de pesos (1.815 millones de dólares) pertenecientes al fondo.
Ante este panorama, grupos civiles que conforman la organización Juntos contra el Cáncer, hicieron un llamado a las autoridades federales y estatales para que garanticen el derecho constitucional a la salud y que no interrumpan los tratamientos oncológicos debido al desabastecimiento de medicamentos que desde hace meses se ha presentado en México.
«Los pacientes dicen que si no mueren de COVID-19 morirán de cáncer», lamentó Izaguirre.
La crisis por el desabastecimiento de medicamentos en el sector salud se agudizó en 2019 debido a los recortes presupuestarios y a los cambios en la forma de comprar las medicinas impuestos por el Gobierno de López Obrador, quien asumió la Presidencia el 1 de diciembre de 2018.