México, 5 jun (EFE).- La ira por la brutalidad policial llegó a México en plena pandemia de la COVID-19 tras el asesinato del joven Giovanni López, arrestado supuestamente por no llevar cubrebocas en el estado de Jalisco, lo que ha derivado en fuertes protestas y un choque entre el Gobierno federal y el estatal.
A pesar de la detención este viernes de tres policías relacionados con el caso, las redes sociales siguen inundadas con la etiqueta #JusticiaParaGiovanni, emulando la protesta en Estados Unidos por el asesinato de George Floyd, asfixiado por policías.
Además, se convocó una nueva protesta en Guadalajara, capital del estado de Jalisco, donde en una marcha del jueves para condenar la muerte del joven, un manifestante prendió fuego a un policía y se incendiaron varios autos patrulla.
EL CUBREBOCAS, EN EL CENTRO DE LA POLÉMICA
Aunque Giovanni López murió hace un mes, el caso cobró relevancia este miércoles después de que se difundiera en redes el video del violento arresto del joven, de 31 años, por parte de policías municipales de Ixtlahuacán de los Membrillos, a 40 kilómetros de Guadalajara.
En el video, del 4 de mayo, un supuesto familiar de Giovanni grita a la patrulla que se lo están llevando «porque no trae cubrebocas», mientras el joven grita «¡Ayúdame!» entre insultos de los policías.
«Él estaba tranquilo y ustedes lo golpearon», exclama otro hombre contra los agentes.
Según la familia, al día siguiente les avisaron de que Giovanni había sido trasladado al hospital, donde falleció con marcas de golpes en el cuerpo y un disparo en la pierna.
Llevar cubrebocas es obligatorio para evitar contagios del coronavirus SARS-CoV-2 en las calles del occidental estado de Jalisco, donde las autoridades anunciaron «cero tolerancia» para quien incumpla las medidas sanitarias.
Sin embargo, la Fiscalía de Jalisco negó que la detención fuera motivada por el uso de la mascarilla sino porque Giovanni «se puso violento» y tuvieron que llevarlo a comisaría.
INDIGNACIÓN UNÁNIME EN MÉXICO
El Gobierno de Jalisco anunció este viernes la detención de tres policías relacionados con la muerte de Giovanni y la sustitución de la policía local de Ixtlahuacán de los Membrillos por policías estatales.
Aun así, se convocó una nueva manifestación para este día frente a la residencia del gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, mientras que en Ciudad de México se blindó la sede del Gobierno de Jalisco en la capital para evitar ataques.
Esto después de una fuerte protesta este jueves en el centro de Guadalajara en la que policías disolvieron con gases lacrimógenos y palos a manifestantes que intentaron irrumpir en un edificio oficial y prendieron fuego a un agente.
Y se suma a las protestas convocadas esta semana frente a la Embajada de Estados Unidos en la capital mexicana en contra del racismo y los abusos policiales por el caso de Floyd, que este viernes ha derivado en un serie de altercados perpetrados por encapuchados.
«La muerte de Giovanni bajo custodia policial es un grave síntoma del uso indebido de la fuerza empleada por las autoridades y el uso generalizado de la tortura», denunció este viernes Amnistía Internacional.
Reconocidas figuras del arte en México también denunciaron el asesinato del joven. «Giovanni no murió, lo mató la policía. Giovanni no murió, lo mató la policía», escribió el popular actor Gael García Bernal.
Y el oscarizado director Guillermo Del Toro publicó este jueves en Twitter: «A más de un mes, no hay respuestas, no hay arrestos. No es abuso de autoridad. Es asesinato. El sinsentido -la locura absoluta- es que ocurra un asesinato a nombre de un asunto de salud publica».
CHOQUE ENTRE GOBIERNOS
Aunque tanto las autoridades del Gobierno federal como las de Jalisco han condenado la muerte de Giovanni, el caso ha derivado en un choque entre el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y el gobernador Enrique Alfaro, de partidos opuestos.
Alfaro prometió justicia por la muerte del joven, a la que calificó de «atrocidad», aunque se sumó a la tesis de la fiscalía de que Giovanni no fue detenido por el cubrebocas y acusó al Gobierno federal de instigar las protestas en Guadalajara.
«Detrás de todo lo que está sucediendo en este caso en Jalisco hay intereses muy precisos y muy puntuales construidos desde la Ciudad de México, desde los sótanos del poder», aseguró.
Este viernes, López Obrador rechazó «el uso de la fuerza» contra los ciudadanos, pidió a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos investigar el caso y rechazó las acusaciones del gobernador.
«No tengo que ver yo nada con lo que sucedió lamentablemente en Jalisco. Si tiene el gobernador pruebas, que las dé a conocer. El que acusa tiene que probar», dijo López Obrador, quien invitó a Alfaro a retractarse.