México, 6 jun (EFE).- Las autoridades sanitarias de México informaron este sábado de 341 nuevas muertes por COVID-19, hasta alcanzar los 13.511 fallecidos desde la llegada del coronavirus SARS-CoV-2 al país a finales de febrero.
Según las cifras oficiales, el territorio mexicano registra un total de 113.619 contagios confirmados con la prueba diagnóstica de laboratorio, lo que supone un incremento de 3.593 en las últimas 24 horas.
Con más de 30.000 casos y 3.600 decesos confirmados, Ciudad de México sigue siendo el foco rojo de la pandemia en el país.
En la capital están ocupadas el 79 % de las camas de atención hospitalaria general y el 62 % de las camas con ventiladores de respiración asistida.
Mientras que en el vecino Estado de México, que forma parte del área metropolitana de la Ciudad de México, están ocupadas el 74 % de las camas de atención general y el 67 % de las camas para intubaciones.
La cifra de 341 fallecidos de este sábado es la más baja de los últimos cuatro días, en los que se reportaron consecutivamente 1.092 decesos el miércoles, 816 el jueves y 625 el viernes.
Las autoridades atribuyen cifras tan variadas a que muchos decesos no se pueden confirmar el mismo día en el que ocurren, por lo que a veces el número de muertos reportado suma los de varios días anteriores y no solo de las últimas 24 horas.
Según el Gobierno mexicano, actualmente hay 1.189 decesos pendientes de confirmar si la muerte en cuestión fue causada por la COVID-19.
Investigaciones periodísticas han apuntado que en lugares como la capital mexicana la cifra de muertos con coronavirus podría ser hasta tres veces mayor a la oficializada.
Con 332.326 personas estudiadas desde el inicio de la llegada de la enfermedad, México es el país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que menos pruebas realiza, por lo que sus mismas autoridades también reconocen que hay muchos más enfermos que los registrados.
En abril, las autoridades previeron que la enfermedad dejaría 8.000 muertos en México pero ahora estiman que serán 35.000 y que todavía no se ha llegado al pico de la pandemia.
Tras dos meses de cierre de la economía no esencial, el Gobierno federal declaró el 1 de junio como fecha para la entrada a la «nueva normalidad» e invitó a los 32 estados del país a diseñar un plan de reapertura acorde a su situación epidemiológica.
Para orientar a los estados, el Gobiernol elabora un semáforo semanal de la situación en el país, según el cual todos los estados se encuentran todavía en un «riesgo máximo» de contagios.
Por eso se sigue recomendando a los ciudadanos que se queden en casa, un confinamiento que nunca ha sido obligatorio para no afectar a los millones de pobres que dependen del comercio informal.