Washington, 9 jun (EFE News).- La Organización Panamericana de la Salud (OPS) alertó este martes de la aparición de brotes de la COVID-19 en regiones de Latinoamérica donde hasta ahora el virus había tenido poca incidencia y se mostró preocupada por la situación en algunos países como México, Brasil, Perú y Chile.
«Desafortunadamente, muchas áreas informan de aumentos exponenciales en casos y muertes, nos preocupan los datos que muestran el aumento del virus en nuevos lugares que previamente habían visto un número limitado de casos», lamentó la directora de la OPS, Carissa Etienne, en la teleconferencia de prensa semanal del organización.
Explicó que en el continente americano se han contabilizado ya más 3,3 millones de casos -en torno a la mitad del total global- y 183.950 muertes.
Etienne expresó su especial preocupación por la aceleración de la pandemia en México, Panamá, Costa Rica, Brasil, Perú y Chile, aunque EE.UU. continua siendo el país más afectado.
Además, hizo mención especial al aumento de los contagios en Haití -la nación con el PIB per capita más bajo del continente- y la detección de una nueva infección por coronavirus en Surinam después de más de un mes sin nuevos casos.
Caso aparte es el de Nicaragua, donde el Gobierno no ha establecido restricciones para frenar la propagación de la pandemia, algo que preocupa a la OPS, así como la falta de medidas de protección que sufren los sanitarios y otros trabajadores del país expuestos a la COVID-19.
Por ello, el director de Emergencias en Salud de la OPS, Ciro Ugarte, urgió a Nicaragua a aplicar medidas necesarias, como el distanciamiento social, y anunció el envío de en torno a un millón de insumos de protección contra el virus.
La OPS quiso llamar también la atención sobre dos nuevos elementos que considera que pueden agravar los efectos de la pandemia en América: la llegada del invierno en el hemisferio sur y el inicio de la temporada de huracanes en algunas regiones del centro y el norte del continente.
Etienne explicó que la expansión de enfermedades respiratorias durante el invierno puede favorecer el contagio de la COVID-19, dificultar su diagnóstico y propiciar el colapso de hospitales.
A su vez, indicó que las regiones que se vean afectadas por huracanes y tormentas tropicales podrían enfrentarse a problemas en la atención sanitaria y el acceso al agua.