Madrid, 10 jun (EFE).- No necesitan asistencias ni las piden. El que fuera primer milagro reciente de la música española por su calado en el ámbito anglosajón, Hinds, vuelven con fuerza gracias a su tercer disco, un retrato sobre lo que supone ser miembro de una banda musical como la suya… incluidas las susceptibilidades.
«Va muy asociado al hecho de ser mujeres. Incluso si actuamos en el escenario principal del Primavera Sound, el técnico de monitores vendrá a decirnos cómo estamos tocando algo. Parece que no solo se nos puede molestar, sin que hayamos pedido consejo al respecto, sino que deben. Hay mucha gente que siente la necesidad de ayudar a las pobres Hinds», señalan en una charla con Efe.
Es uno de los aspectos que abordan en su nuevo álbum, «The prettiest curse» (Lucky Number Music), ya en el mercado. Concretamente, en el corte «Just Like Kids (Miau)», en el que ironizan sobre el paternalismo y las críticas que las han acompañado desde el inicio, hace ya casi 10 años, cuando nacieron como Deers.
«Me gustaría decir que estamos de vuelta, pero personalmente a mí todavía hay cosas que me sientan mal. De todos modos, es una canción que solo podíamos componer en este punto de nuestra carrera por el sentido del humor que contiene», reconoce Carlota Cosials, quien conforma Hinds junto a Ana García Perrote, Ade Martín y Amber Grimbergen.
Sea como fuere, la crítica internacional ha aplaudido su tercer largo, cuyo título (en español, «la más bella maldición») hace referencia a lo que han escogido vivir.
«Este disco casi es una dedicatoria a nuestra vida y a esos sacrificios, haciendo bonitas cosas que son duras. Es como decir: ¡Qué asco, pero qué preciosa es esta vida!», bromean sobre un trabajo en el que abordan sin amargura aspectos como la soledad del artista, las crisis de identidad o las citadas críticas.
En el disco que toma el relevo a «Leave Me Alone» (2013) y «I Don’t Run» (2016) asumen «retos» que dan nuevos aires a su música, empezando por la incorporación decidida de versos en castellano a sus letras para «poner emociones en su lengua materna».
«Ya había un tema en el segundo disco en el que mezclábamos tres idiomas. No sé si es que antes no nos atrevíamos o era por la inercia de haber comenzado componiendo en inglés. Al final lo hicimos porque nos apetecía reencontrarnos con nuestras raíces», señalan tras haber encontrado «cierto carácter» en su forma de expresarse en español.
Además, por primera vez se deshacen de «prejuicios» para introducir en su música teclados y sintetizadores que dotan a su estilo garajero unas melodías de corte más pop, aunque sin perder el bullicio y espontaneidad que caracteriza al cuarteto madrileño.
«El purismo es algo que siempre nos ha molestado, pero al principio nos sentaba bien como banda que se nos clasificase como grupo de rock. Todo el pop que conocíamos estaba asociado a radios y listas de ventas, a una imagen supercuidadita en la que no íbamos a encajar. Con este álbum, en el que hemos querido ser más fieles a las ideas germen de las canciones, nos hemos soltado la melena y hemos aprendido que hay muchos tipos de pop», dicen.
Casualmente, la publicación del nuevo álbum coincide con su elección para la cabecera de la nueva serie juvenil de moda, la mexicana «Control Z», de la plataforma Netflix.
«Fue el verano pasado cuando nos llegó la propuesta de que querían esa canción. Nos sorprendimos bastante, pero ha ido muy bien y fuimos las más ‘shazameadas’ en México en solo dos días con 10.000 búsquedas del tema», presumen orgullosas, mientras amplían su rango de influencia global.
Pese al parón de la música en directo a causa de la COVID-19, Hinds no se resignan a dejar de actuar este verano y, por lo pronto, ya tienen confirmado un concierto en agosto como parte del nuevo festival barcelonés «Nits del Fòrum», que lleva el sello de Primavera Sound.
Javier Herrero