México, 14 jun (EFE).- La Iglesia Católica mexicana llamó este domingo a sus feligreses a la reciprocidad en el cuidado tras la pandemia de la COVID-19 y destacó que esa conducta será esencial en la etapa de la nueva normalidad, tras la pandemia que en México ya supera 142.000 contagios y se acerca a 17.000 decesos.
En su editorial dominical del semanario Desde la Fe, la Arquidiócesis de México señaló que el «común denominador al regreso progresivo de todas las actividades, incluidas las propias de nuestros templos será el cuidado recíproco».
«Aún estamos lejos de superar la peligrosidad de la pandemia y aunque el ‘semáforo de riesgo’ cambie de color, hemos de retomar las actividades habituales con medidas higiénicas renovadas, preventivas y constructivas» se apuntó en el texto cuyo título es: «Cuidar los unos de los otros».
El órgano de la Iglesia Católica mexicana apuntó que el proceso de preparación para el regreso a las actividades «puede estar marcado por la reciprocidad en el cuidado (…) ya que nadie cruzará adecuadamente por este mundo si lo hace con el virus del individualismo o del rechazo a los demás».
La Arquidiócesis mexicana apuntó que tanto en esa institución como en diferentes regiones del país párrocos y feligreses ya se preparan para actuar con responsabilidad compartida.
Dijo que para tal fin «se están difundiendo orientaciones y criterios, así como estrategias y capacitaciones para el regreso a las actividades religiosas».
Recordó que las fechas de reapertura de iglesias y templos «se irán dando paulatina y regionalmente» y señaló que «a todas las personas incumbe la prevención y la cautela, la preparación y el cuidado mutuos» y subrayó la importancia de la colaboración de cada individuo en el mejoramiento de toda la sociedad.
«De modo que en las iglesias como en cualquier otro ambiente, cada cual aporta su responsabilidad para el cuidado de todos», expuso el texto.
Señalaron que quienes desean regresar y expresar su fe en los templos, lo harán «sin prisas y con responsabilidad» y compartiendo con quienes están en situación vulnerable y deben esperar un poco más.
«El cuidado recíproco será indispensable para volver a las parroquias. El cuidado común será esencial para seguir en nuestro mundo», finalizó.
México mantuvo cerrada su economía no esencial durante los meses de abril y mayo, en los que aplicó medidas de contingencia y de confinamiento a su población y, a partir de junio, puso en marcha la etapa de la nueva normalidad con una apertura gradual de las actividades con base a un semáforo de cuatro colores en los estados del país.