México, 15 may (EFE).- Investigadores mexicanos diseñan una estrategia de detección masiva para el COVID-19 mediante la que se podrían llevar a cabo más de 19.000 muestras en un periodo de tres a cinco días y su costo sería un 60 % menor a las pruebas actuales.
Ante la necesidad de contar con opciones de pruebas masivas que posibiliten el desconfinamiento de las ciudades, el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional (IPN) tiene en desarrollo una opción.
En un comunicado distribuido este viernes, la institución explicó que la Unidad de Genómica Avanzada-Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad (UGA-Langebio) del Cinvestav ha trabajado en la citada estrategia de detección masiva de infecciones.
«Esta técnica es más precisa que las pruebas moleculares basadas en PCR», explicó Alfredo Herrera Estrella, director de la UGA-Langebio.
Dijo que la técnica «se fundamenta en la secuenciación de regiones del genoma del virus, es decir, analiza la secuencia nucleotídica de fragmentos de su genoma para asegurar la detección efectiva del SARS-CoV-2, causante del COVID-19»,
Señaló que la secuenciación masiva tiene importancia y utilidad en estos momentos de la pandemia, «pero sobre todo cuando se piense iniciar la fase de regreso a la actividad normal porque es fundamental identificar quiénes están infectados, con síntomas o asintomáticos».
De tal manera que con una segunda prueba los que ya superaron la infección podrían regresar a la vida cotidiana con seguridad, porque ya no podrían transmitirla.
Esta estrategia se realiza llevando a cabo amplificaciones dirigidas de ADN, donde se obtiene fragmentos para introducirlos a los secuenciadores más modernos de UGA-Langebio lo que permite manejar de una sola vez hasta 19.200 muestras.
Esta cifra representa casi el 20 % del total analizado en el país durante toda la pandemia en México.
En la nota se apuntó que una ventaja es que cada prueba tendría un costo un 60 % menor a las hacen actualmente los institutos de salud pública (estimada en 1.500 pesos, unos 63 dólares), es decir, costaría 600 pesos (25 dólares), incluyendo la toma de muestras.
MAYOR EFECTIVIDAD
Se explicó que las pruebas resultan más efectivas que las de PCR por generar datos cuantitativos y ofrecer la secuencia de ADN de los fragmentos amplificados y con ello se puede verificar con toda certeza el virus observado; además, se podrían detectar algunas de sus mutaciones en esas regiones, con lo cual se tiene mayor certidumbre.
La secuenciación masiva pretende analizar altos volúmenes de pruebas que identifiquen a personas con síntomas de la enfermedad y a individuos asintomáticos infectados, que podrían estar contagiando a otras personas sin saberlo dentro o fuera de la familia, aun con el distanciamiento social.
«Esto se ha documentado en otros países y es probablemente uno de los factores que provocan una propagación más intensa de la pandemia, por lo tanto, la secuenciación masiva también permitiría monitorear a la población en general, mediante un análisis estadístico y hacer proyecciones más certeras del comportamiento de la epidemia», señaló Herrera Estrella.
El experto dijo que instrumentar la propuesta requiere un equipo de quince investigadores de UGA-Langebio, además voluntad política, aval y un poco de financiamiento para la escala del problema que enfrenta México en comparación con las pérdidas económicas generadas en el confinamiento.
México llegó este jueves a los 4.767 decesos y 45.032 casos acumulados del COVID-19 desde el inicio de la pandemia a finales de febrero pasado.