Chilón (México), 17 may (EFE).- En las entrañas de las montañas del estado mexicano de Chiapas, pobladores indígenas toman las medidas necesarias para evitar que en su empobrecida región no azote con fuerza la pandemia de coronavirus.
Mientras que la pandemia avanza todavía sin control por el mundo, dejando miles de muertes a su paso, los pueblos indígenas mexicanos buscan evitar la propagación del COVID-19 en sus territorios, y ponen en práctica estrategias propias y conocimientos ancestrales para enfrentar el coronavirus.
En los municipios de Chilon y Sitalá, que se rigen por un sistema de usos y costumbres propios, aún existen parajes y comunidades aisladas que cuentan con los mínimos servicios de salud.
Estos municipios, habitados mayoritariamente por indígenas ch’ol-tzeltal, tienen escasas clínicas y solo atienden dolencias básicas.
Y por ello, un brote de COVID-19 podría ser fatal, cuenta este domingo a Efe Sebastián Hurtado Núñez, integrante del gobierno comunitario de Sitalá, uno de los municipios más pobres de México.
«Estamos respetando las instrucciones gubernamentales porque si nos llega a pegar esa enfermedad totalmente nos vamos a morir. Porque no hay medicamentos en los hospitales, no tenemos doctores, no hay laboratorios», manifestó.
Alrededor del 27 % de la población chiapaneca -unos 1,14 millones de habitantes- son indígenas, según el Censo de Población y Vivienda de 2010.
De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el 76,4 % de la población de Chiapas vive en la pobreza, y la mayoría de estos son indígenas.
ESTRATEGIAS PROPIAS
Dada su frágil condición, las comunidades indígenas han establecido una estrategia de prevención que incluye no salir de su comunidad y han bloqueado las vías permitiendo únicamente el ingreso de vehículos que transporten alimentos y productos de primera necesidad.
Sin embargo, seguir al pie de la letra todas las recomendaciones se torna difícil por la falta de agua. Según Coneval, el 57,5 % de los hablantes de lengua indígena a nivel nacional carece de agua potable en su vivienda.
El recurso económico es otro de los factores que las familias deben solventar pese a la pandemia, pues la mayoría trabaja por temporada en las cosechas o con la venta de café.
Se vive al día, y ello dificulta cualquier pago extraordinario por enfermedad.
«Aquí en la comunidad sólo sobrevivimos de comida, lo que sembramos. Porque dinero no hay», dijo a Efe Rosalía Gutiérrez Monterrosa, madre soltera y habitante del pequeño pueblo Juan Sabines, perteneciente a Chilón.
Con muy pocos recursos, estas comunidades han logrado conseguir algunos cubrebocas y gel antibacterial.
«Lo que hicimos fue organizarnos a toda la población, desde jóvenes, hombres y mujeres, a adultos mayores. Y todo lo que se sabe o se ha escuchado en radio o televisión lo planteamos a la gente y pedimos por favor que cumplan indicaciones», explicó a Efe Gilberto Gutiérrez de Arar, integrante del gobierno comunitario de Chilón y padre de familia.
CUARENTENA EN CASA Y REMEDIOS NATURALES
La comunicación en los comités comunitarios es constante, sobre todo cuando pobladores locales regresan de otros estados con un alto número de contagios de COVID-19.
«Aquí no hay atención, las caravanas de salud desaparecieron. En el hospital no hay ni médico. Mucha familia está regresando del norte del país y del Caribe, y no hay una valoración médica para ver en qué condición llegan», lamentó Gutiérrez de Arar.
Es por ello que, según explicó, a los que arriban de otros lugares se les pide que «se guarden en sus casas» varios días mientras son vigilados por los propios familiares.
Y en el caso de presentar alguna dolencia, es habitual hacer uso de remedios naturales. «Si enferman, pues les damos te de hiervas medicinales», concluyó.
México suma al momento 47.144 casos y 5.045 fallecidos por coronavirus
Mientras que en Chiapas, el número de contagiados asciende a 610 y el de decesos a 48.
Las autoridades esperan que a partir del 1 de junio se empiece a restablecer la normalidad económica y social en el país mediante un plan de recuperación por regiones y fases.