México, 18 may (EFE).- La pandemia de COVID-19, que en México suma más de 50.000 contagios y más de 5.000 muertos, ha exarcerbado las desigualdades en este país, coincidieron este lunes distintas organizaciones.
En la conferencia a distancia Plataforma contra la desigualdad en la crisis del COVID-19 en México, los representantes de las ONG’s hicieron un balance de los esfuerzos de la llamada sociedad civil para reducir desigualdades por los impactos de la pandemia.
Además, analizaron los retos, desafíos, amenazas y oportunidades que ofrece el proceso de recuperación y el papel que la sociedad civil y el gobierno mexicano deberán cumplir, precisamente, para que no aumente la desigualdad.
«Esta crisis nos ha mostrado que la base de nuestro trabajo tiene que ser garantizar los derechos todas y todos» explicó André Cortés, oficial de Política Social de Unicef México.
Señaló que la pandemia «ha mostrado había desigualdades estructurales, pero durante la crisis muchas (de éstas) se van a exacerbar».
«Pero si todos estamos siendo vulnerables ante esta crisis la respuesta tiene que ser universal y eso nos debe llevar a unirnos», expuso.
Cortés consideró que un desafío «es no tener un interlocutor claro en el Gobierno mexicano» con el que las distintas organizaciones puedan dialogar «y acercar nuestras propuesta e inquietudes que, al final, son las de la ciudadanía».
Luis Fernández, director ejecutivo de Nosotrxs, organización que combate la corrupción y la desigualdad, consideró que el principal reto es poder «transitar de lo físico a lo virtual», algo que sucede en todo el mundo, y algunas lo han logrado.
Dijo que en una crisis como la que se vive actualmente para otras organizaciones «se reduce mucho el rango para la obtención de recursos», mientras que en otros casos «enfrentan la desigualdad digital» ya que no todas tiene accesos a herramientas y recursos tecnológicos.
Para Emilia García-Arteaga, directora ejecutiva de Techo, una organización presente en 19 países de América Latina que busca superar la situación de pobreza que viven millones de personas en asentamientos, señaló que el principal acierto de las organizaciones «ha sido seguir visibilizando a las poblaciones más vulnerables».
La coordinadora de incidencia en políticas públicas de la organización The Hunger Project (THP), Sylvia Hernández, consideró que «las desigualdades ya estaban y lo que ha hecho la pandemia las ha hecho más visibles».
Dijo que se tiene que ver cómo «la coordinación entre organizaciones puede ser más rápida para unir esfuerzos y no perder el impulso» con énfasis en acciones inmediatas pero también hacia la pospandemia.
Remarcó que la brecha digital deja fuera a colectivos, pero también a ciudadanos, «particularmente a personas en contextos rurales, indígenas y de alta y muy alta marginación».
THP es una organización estratégica, global comprometida al fin sostenible del hambre en el mundo.
Este lunes, el Gobierno mexicano comenzó su regresó a la «nueva normalidad», un plan de reactivación económica con un programa piloto para más de 300 municipios sin contagios que contempla una serie de medidas en la reapertura gradual de las actividades económicas y sociales paralizadas por la pandemia del COVID-19.