México, 20 may (EFE).- El mexicano Cristian Castro arrasó en las listas de éxitos en 2001 con su tema «Azul» y, aunque continuó haciendo música, su carrera se tornó hacia lo televisivo y nunca volvió a fabricar un tema con tanta repercusión hasta el presente.
Castro inició su andanza en la música con su primer disco «Alma nueva» (1992) y su reconocimiento fue aumentando hasta el lanzamiento de «Azul», pero durante los siguientes años su carrera fue en paralelo con una serie de acontecimientos en su vida personal que le hicieron protagonizar espacios televisivos relacionados con la prensa del corazón.
Además, el paso por los platós y la presencia en medios del intérprete de la canción «Están lloviendo estrellas» siempre ha estado marcado por la polémicas declaraciones de toda índole demostrando que, aparentemente, no le importa ser juzgado, a diferencia de su madre, la reconocida actriz Verónica Castro, que huye de todos los conflictos mediáticos en los que se le involucra.
El cantante es hijo de la actriz y del actor Manuel «El Loco» Valdés -quien estuvo ausente durante su infancia-, además de sobrino del gran icono del cine mexicano Germán Valdés «Tin-Tan» y Ramón Valdés, más recordado como Don Ramón en «El chavo del 8».
A día de hoy, Cristian ha reducido sus apariciones públicas pero en 2019 aseguró que estaba en marcha el proyecto de realizar un programa de telerrealidad sobre su vida y en los últimos días reapareció en redes sociales para enviar un mensaje de apoyo a los enfermos de coronavirus y agradecer a los profesionales sanitarios su esfuerzo en la lucha contra esta pandemia mundial.
INFANCIA ARTÍSTICA, CUMBRE Y TROPIEZOS
A pesar de sus idas y venidas y su aparente interés por las cámaras para contar sus vivencias más que para mostrar su talento, Castro se inició en el mundo artístico muy joven y a los 6 años participó en la telenovela «El derecho de nacer» (1981).
Poco después tuvo su propio programa de radio, «La hora de Christian» -su nombre oficialmente se escribe con h pero él decidió eliminarla- y en 1982 publicó «Kristian y sus pollitas», un disco que contenía la canción «El gallito feliz», apodo por el que se le sigue conociendo a día de hoy.
Pronto cobró protagonismo en México al recibir el premio a mejor actor infantil, otorgado por la Asociación Nacional de Críticos de Teatro de México, en 1983 por su participación en la comedia musical «Mame».
En 1989 interpretó «16 diciembres» en el Festival OTI de la Canción, recibiendo muy buena crítica y, aunque después retomó su faceta de actor, regresó una y otra vez a la música, lo que, siempre dijo, es su gran pasión.
En el 2001 Castro se posicionó como uno de los cantantes más queridos no solo no propio país, sino en el extranjero, al lanzar el disco «Azul», un material en el que daba muestra de su calidad como cantante e intérprete.
El éxito fue tal que incluso un canal de televisión nacional llegó a organizar un concurso masivo para ver quién era más fanáticos del color azul, en referencia al disco de Castro, en el que cientos de familias abrieron las puertas de sus casas para demostrarlo.
Después de algunos años en los que su fama como cantante decayó al verse empañada por sus escándalos amorosos, consiguió escalar posiciones en la listas con el disco «Viva el Príncipe» (2010), un tributo a su ídolo el cantante José José, que continuó en 2011 con «Mi amigo el Príncipe»
Sin embargo, en 2014 decidió mostrar, para sorpresa de todos, su faceta más roquera formando el grupo «La Esfinge» junto al exguitarrista de Maná, César «Vampiro», un proyecto que también quedó en el olvido.
Después de esto Castro continuó publicando música con cierta periodicidad pero se decantó más por los platós de programas de prensa rosa.
DOS DIVORCIOS E INFINITOS DRAMAS
Sin duda, las polémicas que más le acercaron a la pequeña pantalla fueron las de sus dos divorcios.
En 2003 el artista se casó con la paraguaya Gabriela Bo, pero este matrimonio solamente duró un año y Bo llegó a declarar que recibió malos tratos, que el cantante se ausentaba por días cuando había alguna discusión y que la ruptura fue inesperada.
Después de este episodio, Castro contrajo matrimonio con Valeria Liberman, con quien tuvo a sus hijos Simone y Mikhail Zaratustra antes de separarse en 2009 y de que el testimonio de la abogada argentina coincidiese con el de Bo.
Liberman declaró que había sufrido malos tratos verbales y físicos, acusó al cantante de ser una persona violenta y agresiva y dijo tener vídeos de Castro manteniendo relaciones sexuales con otros hombres y mujeres.
Sin embargo, todo indica que actualmente tienen un relación más o menos cordial por el bien de sus hijos.
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