Madrid, 29 may (EFE).- Javier Aguirre, entrenador mexicano del Leganés, dijo este viernes que un partido de fútbol «sin gente es trístisimo», aunque reconoció que debido a la situación que se vive por el coronavirus entiende la situación.
El Leganés reanudará la competición en descenso con 23 puntos, a tres de la salvación que marca el Celta de Vigo. Por delante, aparte de lograr la permanencia, Aguirre tiene el reto de que sus jugadores sientan la presión al competir del público en estadios dónde no habrá espectadores.
«El único referente que tenemos ahora es Alemania y para nadie es un secreto decir cómo te jalea el Sánchez Pizjuán, San Mamés o el estadio de Osasuna. Eso es algo que vamos a echar de menos», dijo Aguirre.
«El reto que tenemos los entrenadores es cómo hacer que los jugadores sientan esa presión que ejerce el público. A los míos todos los días les meto caña porque creo que el que llegue mejor mentalmente va a tener un punto a favor», confesó.
«A mí me tocó un partido de Liga de Campeones hace tiempo sin gente y es tristísimo, pero entiendo la situación. Dentro de todo somos unos privilegiados porque podemos darle a la gente un buen día y la gente merece un respiro. Le pido a todos que llevemos esto a buen puerto, aunque van a ser partidos desangelados», señaló.
El técnico mexicano, en una mesa redonda virtual organizada por ‘Marca’, reconoció que «hay temor a las lesiones y ahora mismo es un riesgo mayor».
«Los jugadores van a ir a tope, no puedes ir con temor a una pelota dividida. Se ve en los entrenamientos y estamos todos igual, con jugadores sobrecargados. Los cinco cambios y veintitrés jugadores disponibles me parece una decisión fantástica», concluyó.