Guadalajara (México), 3 may (EFE).- Las fantasías de «El Quijote», los cuentos de Julio Cortázar, las aventuras infantiles y la promesa culinaria son parte de la «Librería móvil» que recorre la ciudad mexicana de Guadalajara para llevar la lectura a quienes se quedan en casa para evitar contagiarse de COVID-19.
Macario Zamora, creador de esta iniciativa, contó en entrevista a Efe que su intención es que las personas puedan «viajar» mediante los libros como una alternativa para ocupar su tiempo durante la contingencia sanitaria que obliga al confinamiento.
Reconoce en la iniciativa una oportunidad de oro para fomentar la lectura en un país donde 4 de cada 10 personas leyó un libro el último año y la media anual de lectura es de 3,4 ejemplares, según datos del Módulo sobre Lectura del Instituto Nacional de Estadística y Geografía en 2019.
«Hay mucha gente que ahorita tiene mucho tiempo en casa; es cansado estar en la televisión, en la computadora y creo que la menor manera de viajar es a través de la imaginación, por eso recomendamos que se pongan a leer, que el viaje lo hagan desde casa, leyendo», dijo.
Zamora es dueño de la librería de usado «El desván de don Quijote» que tuvo que cerrar en marzo debido a las disposiciones oficiales para que empresas no esenciales pararan actividades.
Ante esto tuvo que buscar alternativas para generar recursos para seguir pagando el sueldo a cuatro empleados y no afectar a las personas que suelen surtirlo de libros.
La demanda de su clientes para tener servicio a domicilio le recordó una idea que había tenido hace tiempo: adaptó su camioneta para hacer una mini librería rodante con entre 2.000 y 2.500 títulos de todos los géneros.
Desde hace dos semanas tomó el volante y va con ella de norte a sur de la ciudad para llevar sus libros hasta donde el cliente le pida.
«Quienes quieren que les llevemos los libros nos hablan por teléfono o mediante las redes sociales, agendamos una hora y vamos hasta las casas de ellos. Tenemos hasta 7 citas por día porque a veces nos toca de extremo a extremo, la gente lo que más nos ha pedido son libros de superación, motivación y literatura clásica», explicó.
Cuando las puertas de la camioneta se abren despliegan un microcosmos donde lo único que importa son las letras: Fernando del Paso, William Shakespeare, Og Mandino, Alejandro Jodorowsky, Honore de Balzac e Isabel Allende, entre otros, deambulan por el angosto pasillo que culmina con un sofá y una pequeña alfombra.
Después de desinfectar sus manos con gel antibacterial el lector puede navegar entre los estantes para elegir el título más atractivo y sentarse a hojearlo.
El lugar se siente como un refugio donde evadir el aislamiento y olvidar la realidad de allá afuera.
Macario espera paciente y suele guiar al lector. Con años como librero aseguró que más que vender, lo que le importa es que cualquier persona tenga acceso a la cultura.
«Es costoso (llevarlo), pero «El desván» ha entendido que estamos haciendo un servicio a nuestros clientes que nos han apoyado en 15 años, ahora que no pueden salir tratamos de regresar lo que ellos nos han dado durante muchos años», expresó.
La Librería Móvil inició este fin de semana una campaña en la que regalará una novela a los clientes que donen un kilo de arroz o frijol.
Su meta es reunir una tonelada de estos alimentos que será donada a personas de escasos recursos afectados económicamente por el aislamiento para evitar los contagios de COVID-19. EFE
Guadalajara, capital del occidental estado de Jalisco, es una de las dos ciudades, junto con Monterrey, que ha presentado un mejor manejo de la pandemia de coronavirus, de acuerdo con las autoridades sanitarias del país.
Además esta ciudad se ha caracterizado por diversas iniciativas como la de convertir los pasillos de la Expo Guadalajara, la han convertido en almacén de alimentos para repartirlos como parte del programa «Jalisco sin hambre» de apoyo a las familias de menores recursos.