México, 8 may (EFE).- En el punto más crítico de la pandemia, los payasos buscan la mejor cara de la crisis en el metro de Ciudad de México, una «zona de alto contagio» en la que estos artistas instruyen a los pasajeros a usar mascarillas y gel antibacterial.
«Si en el metro quieres viajar, cubrebocas debes usar, hay que protegerse y proteger a los demás», grita la payaso Piñitas en la estación Pino Suárez, una de las más concurridas del Sistema de Transporte Colectivo (STC), que registra una disminución de 80 % de usuarios, según el Gobierno de Ciudad de México.
«Es más fácil que una persona estire la mano cuando lo hace una payasa o un payaso que cuando lo hace un policía porque a él lo ven más retador», explica la joven a Efe sobre la campaña «Que no te cargue el payaso», frase mexicana que define un hecho grave, que ya no tiene remedio.
Esta campaña coincide con la máxima fase del COVID-19 en México, que este viernes espera su pico de contagios al sumar ya 29.616, de los que 8.129, el 27,45 %, han ocurrido en la capital, más que en ninguna otra entidad.
Ciudad de México también lidera en decesos con un total de 696, casi una cuarta parte de los 2.961 registrados a nivel nacional.
Por ello, la campaña con payasos, el cierre de algunas estaciones y el uso obligatorio de mascarilla se han implementado en el metro capitalino, uno de los más grandes de América al transportar más de 5 millones de personas diarias.
LÁGRIMAS Y RISAS
Pero no todo ha sido alegría para Piñitas, cuyo verdadero nombre es Alejandra Piña, quien pide ayuda para artistas urbanos como ella.
«¿Con qué nos entretenemos cuando no estamos haciendo nada? Con el arte, libros y demás. Entonces, es importante. A los payasos casi no se les ha dado apoyo», manifiesta.
En eso coincide su colega Sonrisitas, una payasa con 35 años de trayectoria que se ha sumado a la causa en una de las conexiones de la Línea 1 con la Línea 2.
«No hay trabajo, porque se cerraron salones de fiesta, teatros, áreas abiertas, parques, era todo nuestro foro para trabajar. Entonces se cerró eso, se cerró nuestro trabajo, no hay. Entonces ahorita nos vino bien esta campaña», relata la artista, de nombre Cecilia Leal.
ZONA DE RIESGO
Con 12 líneas y 226 kilómetros para Ciudad de México y su zona conurbada, las autoridades capitalinas reconocen al metro como una «zona de alto contagio».
Esta iniciativa es una de sus últimas estrategias para evitar la propagación del coronavirus, que también incluye la sanitización constante de los vagones.
«Son las adecuadas, yo creo que si esto lo hubiéramos implementado desde la primeras etapas del brote, esto no hubiera llegado a tal, pero nunca es tarde para realizarlo y están en lo correcto», opina el pasajero Martín Zambrano.
Pero la campaña de los payasos representa una oportunidad de sonreír para muchos pasajeros que no pueden quedarse en casa por la naturaleza de su trabajo.
«Afecta tanto en lo económico como en lo moral. Mucha gente ya está harta de estar encerrada, ya quisiera salir a trabajar. Hay gente que no tiene para comer a veces, está pegando con todo y va a pegar más feo cuando pase esto», expresa Pedro González.