Los hispanos, que son el 29 % de la población de Nueva York, representan el 34 % de las muertes por COVID-19 en la ciudad y son la comunidad más golpeada por la enfermedad, según los primeros datos oficiales hechos públicos este miércoles.
Las cifras demográficas recopiladas por el Ayuntamiento confirman lo que ya apuntaban los datos por barrios que se habían ido dando a conocer previamente: las comunidades inmigrantes, y especialmente la latina, son las peor paradas.
"Estamos notando que los latinos están falleciendo más que cualquier otro grupo en la ciudad y esta información nos preocupa", dijo en una conferencia de prensa la responsable municipal de Salud, Oxiris Barbot, que es de origen puertorriqueño.
Como en otras ciudades de Estados Unidos, la comunidad negra también se está viendo especialmente afectada en Nueva York, donde acumula el 28 % de los fallecimientos pese a representar únicamente el 22 % de la población.
Mientras las muertes son menores en proporción entre las personas de raza blanca y las asiáticas. Los blancos, que son el 32 % de los habitantes, suponen el 27 % de los muertos.
Los asiáticos, el 14 % de la población de la Gran Manzana, son el 7 % de las víctimas mortales, según las cifras facilitadas por el Ayuntamiento.
El alcalde, Bill de Blasio, señaló que los datos muestran "claras disparidades" en cómo el coronavirus está afectando a la población de la ciudad y apuntó como uno de los motivos fundamentales el sistema sanitario estadounidense y las desventajas en las que sitúa a las personas de bajos ingresos.
De Blasio recordó que desde hace décadas muchos ciudadanos han tenido problemas para acceder a los servicios de salud que necesitan y viven con enfermedades crónicas, muchas veces como consecuencia de la pobreza.
Además, las comunidades con menos recursos comparten más a menudo viviendas con más familiares, lo que aumenta los contagios, y tienen peores condiciones laborales, lo que complica quedarse en casa para protegerse de la enfermedad.
En el caso concreto de los latinos, el alcalde consideró que el idioma puede haber sido una barrera para muchos a la hora de acceder a información sobre el coronavirus y sugirió que el estatus migratorio de algunas personas o sus familiares también puede haber hecho que no buscasen ayuda cuando la necesitaban.
En el resto del estado de Nueva York, los hispanos y -especialmente- los negros también se están viendo afectados de forma desproporcionada, con el 14 % y el 18 % de las muertes, cuando representan solo el 11 % y el 9 % de la población, respectivamente, según números publicados este miércoles.
Las cifras son por ahora incompletas, sobre todo en el caso de la ciudad de Nueva York, donde únicamente se ha confirmado la raza o etnia de dos tercios de los fallecidos, pero son suficientes para sacar conclusiones y tomar medidas, defendió el alcalde.
Así, De Blasio anunció un plan para dar respuesta a estas "desigualdades", que incluye una multimillonaria campaña publicitaria de concienciación en 14 idiomas y con especial atención a los barrios más afectados, así como un esfuerzo para informar directamente a las familias a través de organizaciones comunitarias.
Dentro de ese esfuerzo también se seguirán reforzando los recursos de todos los hospitales para salvar vidas y se trabajará para facilitar acceso a respuestas sobre el COVID-19 a través del número de atención ciudadana 311.