Aguascalientes.- Los especialistas de la salud mental no descartan la posibilidad que pueda aumentar todavía más la alta incidencia de suicidios en la Entidad a causa de los efectos psicológicos y de los problemas derivados de las medidas adoptadas en los sectores productivos y entre la sociedad para contrarrestar los riesgos de la contingencia sanitaria que se enfrenta.
La psicosis y no sólo esta condición, sino otros trastornos que están afectando a un sector importante de la población por el brusco cambio tanto en el estilo de vida como en los hábitos y la relación misma al interior de las familias, puede derivar en conductas de riesgo en el comportamiento de las personas, advierten psicoterapeutas de Agua Clara.
Si no se sabe sobrellevar el “encierro prolongado en casa” puede derivar no sólo en las diferencias personales entre los integrantes de las familias y en el aumento de la violencia de todo tipo al interior y entre los integrantes de las mismas (entre los esposos, entre padres e hijos, entre hermanos, etc.), sino también en hábitos nocivos como la sobrealimentación, el consumo de sustancias adictivas y en otro tipo de conductas de riesgo que pueden llevar incluso a que se pueda atentar contra la vida misma.
En circunstancias como las generadas por la contingencia sanitaria, los psicólogos sostienen que el impacto emocional suele ser tan devastador que las víctimas caen en depresión, angustia o crisis de pánico, pues la energía se detiene y se quedan paralizados y mudos; o bien, por el contrario, se exterioriza y entonces se vuelven agresivos, reclamadores, con llanto desgarrador y gritos angustiosos.
De esta manera y con la pandemia que ha llevado a la población aguascalentense a quedarse en casa, se temía y desgraciadamente se está reportando ahora un aumento en la violencia intrafamiliar, las peleas entre parejas, el maltrato infantil y otras conductas de riesgo.
El problema no se limita a la afectación psicológica y en la convivencia al interior de las familias, toda vez que también está la angustia y depresión que azota a los comerciantes, prestadores de servicios y los empresarios por la caída en los ingresos, la suspensión de actividades en los centros laborales y por el compromiso que tienen con sus trabajadores.