Puebla (México), 19 abr (EFE).- La delantera mexicana Guadalupe ‘Lupita’ Worbis, mundialista en el 2011, tuvo que decidir entre sus pasiones, la arquitectura o el fútbol, por un tema económico ya que una de las dos no le daba para sobrevivir.
Aunque desde pequeña le gustaron las dos disciplinas, el balompié le ayudó a dejar atrás su timidez para relacionarse con personas en los viajes como seleccionada mexicana.
Sin embargo, cuando ya había disputado unos Juegos Olímpicos y un Mundial, optó por retirarse del fútbol porque el sueldo no le alcanzaba para mantenerse y decidió dedicarse a la arquitectura.
Durante su descanso, en México se gestó la Liga Mx femenina, el primer torneo profesional de fútbol para mujeres en el país, que era un sueño para Worbis y su generación.
«Regresé a jugar. Cuando me retiré no existía la Liga de fútbol femenina, esto era un sueño para mí y mis compañeras que estuvimos en la selección», explicó a Efe Worbis.
En enero, el Puebla la fichó como su refuerzo para el Clausura 2020. Worbis se encontraba en el céntrico estado mexicano y recibió la invitación de la capitana del equipo, María José López, una ex compañera de la universidad, para integrarse a la plantilla.
El talento que la llevó a ser mundialista en 2011, no la abandonó ya que hasta la pausa del torneo el 15 de marzo por la COVID-19, lideró a su equipo con tres dianas.
A pesar de que es una de las mejores pagadas del club, el sueldo que percibe en el fútbol aún no le es suficiente para mantenerse, así que combina su carrera en el balompié con la arquitectura.
«No voy a dejar la arquitectura. Hablé con el entrenador y los directivos del Puebla y me darán la oportunidad de seguir trabajando al mismo tiempo que juego fútbol, no dejo la carrera porque eso me da para vivir y me ayuda disfrutar del fútbol», agregó la delantera.
La Liga femenina tiene un promedio de salarios anuales de 2.184 dólares de acuerdo con el último reporte de la agencia Sporting Intelligence, lejos de los que lo que perciben en el fútbol varonil.
Una de las razones que los directivos mexicanos exponen cuando se les pregunta el por qué de los bajos sueldos, responden que no generan lo mismo que los hombres.
«Siempre vi muchos seguidores del fútbol femenino. Es más bien la promoción que le dan la mujer, es más eso a que no generamos dinero. Lo hacen porque nos quieren limitar. Cuando yo empecé a jugar a las niñas nos decían que no podíamos jugar porque éramos niñas», complementó Worbis.
Con 36 años, la delantera no piensa en el retiro, pero tampoco regresar a la selección, sino en disfrutar del fútbol profesional en su país, algo que ve como una recompensa a su trayectoria.