Madrid, 22 abr. (EFE).- En ningún sitio como en casa podría ser el epígrafe del libro «Interiors», que descubre la obra de «grandes» del interiorismo como Elsie de Wolfe o Nancy Lancaster y espacios sorprendentes como el baño de Karl Lagerfeld, la sala de música de Rockefeller o la intensidad del color de la cocina de Frida Khalo.
Un manual sobre el quién es quién del mundo de la decoración en el pasado y presente y mirando al futuro que incluye a diseñadores, decoradores, mecenas y artistas, donde figuras como Adolf Loos, Keith Fox, Georgia O’Keeffe o Antoni Gaudi tienen mucho que decir.
«Interiors» presenta 400 habitaciones en las que se exhiben desde extraordinarios castillos a casas de campo, pero también áticos de lujo y ranchos en el desierto, casas de playa y pequeños y coquetos apartamentos, diseminados por más de 25 países.
Desde viviendas de palacios y villas italianos donde las obras de arte conviven con textiles exclusivos en terciopelo y butacas de diseño Luis XV, hasta aparentes y sencillos comedores con mesa de líneas rectas, pero de diseño, junto a recibidores o una luminosa vivienda en la exclusiva isla Martha’s Vineyard, al sur de la península de Cabo Cod, en la costa este de Estados Unidos.
El libro muestra las creaciones de diseñadores de moda, artistas, estrellas de cine o «iconos de la moda», añade Fox en una nota, así como de figuras influyentes con aportaciones «memorables» al mundo del interiorismo.
«Queríamos realizar un compendio de las habitaciones y los creadores sobre los cuales habla más a menudo la gente del sector cuando se refiere a la decoración de interiores en los últimos cien años», afirma William Norwich, autor del prólogo y ex director de interiorismo y moda en Vogue y The New York Times.
La vivienda de Coco Chanel estaba situada encima de su primera tienda y ha permanecido igual desde su muerte en 1971. El Ministerio de Cultura la catalogó como monumento histórico en 2013. Se accedía a ella a través de un espejo curvo escalera, donde la diseñadora podía sentarse sin ser vista en los escalones y ver la reacción de sus clientes durante los desfiles.
Butacas de estilo vanguardista y pantallas chinas realizadas a mano con motivos de camelia combinan estilos clásicos y exóticos para crear un espacio lleno de armonía.
Una de las viviendas más actuales que aparece en «Interiors» es la de la actriz y productora de «Anatomía de Grey», Ellen Pompeo, una vivienda de 1930, en Los Ángeles, de inspiración mediterránea, que comparte con su marido, el productor musical Chris Ivery y sus dos hijos.
Una reforma que encargó a Martyn Lawrence Bullard que hizo que las habitaciones miraran al jardín en la que destaca una gran biblioteca en tonos oscuros con detalles metálicos.
El interiorista Roger de Cabrol, discípulo de Dalí, supo cómo llevar excentricidad al diseño al adaptar dos enormes zapatos de tacón como butacas en la sala de estar de su vivienda con una clara influencia del maestro de Figueras. Un rojo intenso, tanto como el amarillo y azul de la cocina familiar de Frida Khalo, que se muestra en el libro.
Con vistas al Sena, el apartamento del bailarín Rudolf Nureyev destacaba por su opulencia que incluía el baño que diseñó para él Emilio Carcano, un espacio en que se mezclaba el estilo neoclásico de elementos decorativos rusos, franceses e italianos artes, con marrones, dorados y rojos.
Nada que ver con el de Karl Lagerfeld, que desde que llegó a Francia desde su Hamburgo natal vivió en más de veinte casas diferentes. El creador no dejaba el diseño de interiores a la mente del interiorista, como sucedió con la vivienda que se muestra de Roma, en la que vistió su baño con paneles de madera en el que una escalera de caracol conduce a un dormitorio arriba.
Mencionar el apellido Rockefeller es sinónimo de lujo y poder. El que fuera el hogar de generaciones de esta dinastía, llamado Kykuit, es impresionante tanto por dentro como por fuera, y se debe en gran parte al rediseño de Ogden Codman Jr. La imagen de la sala de música que preside un magnífico Miró es toda una muestra de su poder.
Inmaculada Tapia