México, 26 abr (EFE).- Con alimentos como tacos, frijoles y arroz, los mexicanos muestran su cara más solidaria ante la crisis en un país que ha entrado a su máxima fase de contagios por COVID-19 a casi dos meses de la llegada de la enfermedad.
Las ventas han caído casi 90 % para la taquería «Los Pastorcitos», que Edgar Pastor abrió hace un año y medio en la alcaldía Tlalpan, en el sur de Ciudad de México, pero eso no le impide regalar tacos desde hace un mes a sus clientes más afectados por la crisis económica.
«No pido un apoyo para mí, como negocio, el apoyo es para toda la gente. El apoyo debe ser para todos, para cada uno de los mexicanos porque todos lo están padeciendo, no nada más yo, no nada más el vecino, todos estamos sufriendo», comenta a Efe mientras prepara la carne de los tacos.
Taquerías como la de Pastor representan las micro, pequeñas y medianas empresas mexicanas (mipymes), que suman casi tres cuartas partes del empleo formal y más de la mitad del PIB, pero que están en riesgo ante la pandemia del coronavirus.
La emergencia por COVID-19 ha causado 13.842 contagios y 1.305 muertos, pero también ha provocado la pérdida de casi 347.000 empleos desde marzo.
Ante este panorama, Pastor advierte que cada vez más personas llegan a pedirle tacos, sin un perfil social «determinado», pues la crisis es «pareja» (por igual) para todos.
Por ello, pide a otros sumarse a su esfuerzo solidario, que ha ganado popularidad en el sur de la capital mexicana.
«Estos apoyos, o lo que yo estoy dando, no fue algo que yo quisiera que se hiciera así tan grande en el aspecto de que en todos lados nos están anunciando. Yo lo hice de corazón. No lo he hecho por fama ni nada de eso. Seguimos haciendo las cosas de cariño», menciona.
PAÍS SOLIDARIO
A unos cuantos kilómetros de ahí, en el barrio de Granjas Coapa, Elizabeth Carmona recolecta y dona despensas con ayuda de dos amigas, en las que incluye alimentos básicos para la alimentación mexicana, como frijoles y arroz.
Tras perder su empleo en un casino de Tijuana, la ciudad más grande de la frontera norte, Carmona volvió a la capital, donde percibe la gran necesidad de las personas a causa de la crisis.
«Que no tienen trabajo, que por lo de la pandemia los corrieron, que cómo van a mantener a sus hijos, más que nada es el tema del dinero, que básicamente es el problema que abunda en México y la gente está muy necesitada», relata sobre las preocupaciones de sus vecinos.
La respuesta de la gente en Facebook, donde se suman cada vez más manos de apoyo, motiva a Carmona, quien ve en México un país solidario pese a las decenas de médicos y enfermeros que han denunciado agresiones por el miedo de otros ciudadanos.
«Somos un país muy solidario, siempre tratamos de apoyarnos. Y yo creo que esta no es la excepción, siento que nos hemos portado todos muy acorde, aunque hay personas, creo que sin respeto, que le han faltado el respeto a nuestros médicos», reflexiona.