México, 27 abr (EFE).- Las cadenas de provisión del sector agroalimentario mexicano no pueden parar, señalaron este lunes funcionarios, dirigentes, especialistas y políticos al revisar el estatus del sector durante la pandemia de la COVID-19 en el país.
Además, se apuntó que la salud de productores y jornaleros «es uno de los grandes retos que todavía hoy» no se atiende adecuadamente, mientras que uno de los puntos a revisar es de la seguridad de los integrantes del sector.
«El reto para el futuro y la recuperación (de México ante la pandemia) es que la actividad agroalimentaria no se detenga», dijo el subsecretario de Agricultura, Miguel García Winder.
El funcionario participó en la conferencia virtual «Atención inmediata a la Crisis: Cadena Agropecuaria y Alimentación», convocada por el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) de México.
Dijo que productores y jornaleros «son una fuerza invisible» que han permitido al país, en estas semanas de la pandemia, contar con alimentos y «seguirán siendo fundamentales en el futuro».
El funcionario calificó a la cadena agroalimentaria de «vital» en este momento tanto para la posible recuperación del país y para mantener el flujo de mercancías tanto al extranjero como al mercado interno.
Destacó que para México «es importante tener una planificacion agrícola certera» por el gran reto de asegurar la producción de los próximos cuatro, cinco o seis meses, y para ello es importante asegurar la salud de productores y jornaleros.
García Winder llamó a asegurar el consumo de alimentos para no tener excesos como ya se está comenzando a notar en productos como la leche y en algunas frutas y hortalizas.
Exhortó a que todos los integrantes de esta cadena cuenten con la seguridad necesaria porque «corremos el riegos de ver un aumento en los índices de inseguridad, no solo en el transporte sino a nivel de fincas».
Dijo que es necesario que el sector agroalimentario «cuente con los insumos que requiere como agua, energía y el combustible».
El presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), Bosco de la Vega, dijo que el sector vislumbra que ante la situación sanitaria y económica se de una «crisis de seguridad que incremente robos, saqueos y todo tipo de delitos», además de política y social.
Dijo que es fundamental que se reconozca la importancia y la prioridad que representa la producción de alimentos y la seguridad en abasto y disponibilidad para la población.
«Debemos de trabajar de manera eficiente para que la cadena de suministro de alimentos no se vea afectada», apuntó De la Vega, quien en busca de ese objetivo consideró necesario proteger la salud y la vida de productores y jornaleros.
En su turno, la subsecretaria de comercio exterior, Luz María de la Mora, dijo que México debe asegurar la certidumbre en el comercio internacional y evitar la imposición de restricciones a la importación o exportación de bienes y servicios.
«El comercio internacional debe mantenerse abierto durante esta pandemia y en el futuro, considerando que no hay evidencia que la transmisión de la enfermedad mediante alimentos intercambiados», apuntó.
Destacó que México debe mantener su participación en el mercado de Estados Unidos, su principal mercado de exportación, con quien trabaja para asegurar que la cadena de provisión se mantenga y en la correcta implementación del T-MEC a partir del 1 de julio.
El diputado Eraclio Rodríguez se dijo preocupado «no tanto por las cadenas de suministro, que funciona bien» y tienen las reservas suficientes para mantener el abasto de alimentos en los próximos meses, «sino por la capacidad de compra de los trabajadores» en México.
Mientras que la representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en México, Lina Pohl, recordó que «hasta ahora las cadenas alimentarias se mantienen activas».
Pero «la cadena es una red compleja de muchos actores e interacciones y ahora está bajo una enorme presión», dio la representante al señalar que es probable que disminuya la producción pero ahora no se advierte ese descenso.