Guadalajara (México), 30 abr (EFE).- La mexicana Paola Espinosa, doble medallista olímpica, reconoció este jueves sentir orgullo en el sexto aniversario de su fundación, una especie de viaje a su niñez porque parte de cuando no la podían mantener quieta en casa.
«Me llena de orgullo porque todo viene de una experiencia propia; no me aguantaban en mi casa y mis papás tomaron la mejor decisión, llevarme a hacer ejercicios. Disfruto poder inculcar esto a los niños, que quieren hacer deportes, tal vez no de alto rendimiento pero sí un hábito en sus vidas», explicó a EFE.
Espinosa, subcampeona olímpica en Londres 2012 y bronce en Pekín 2008, las dos veces en clavados sincronizados, reconoció estar emocionada porque este jueves cumple seis años de contribuir a prevenir la obesidad, el sobrepeso y el acoso infantil con la creación de hábitos de salud, convivencia, autoestima y gusto por el deporte, una de sus mejores experiencias fuera de la alberca.
«Hemos beneficiado a más de 5.000 niños. En este tiempo conviví con niños que pudieron tocar a la Paola Espinosa de la televisión, comprobar que es de carne y hueso y darse cuenta de que ellos también pueden ganar sus propias medallas», agregó.
Espinosa se prepara para competir en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 en los que aspira a ganar su tercera presea, pero a la vez insiste en tener una participación en la sociedad con alianzas con agrupaciones como Jeje kids, en la que los niños pueden participar en obras de teatro que dejan enseñanzas.
«Tuve la oportunidad de estar en una obra con personajes que enseñan a los niños a lidiar con sus emociones e identificar cuándo están contentos, enojados o tristes y como asumir esos sentimientos», agregó.
La deportista, campeona mundial de la plataforma de 10 metros en Roma 2009, es una de las mujeres más triunfadoras del deporte mexicano en la historia y aunque no tiene fecha de su retiro, asegura estar decidida a mantener proyectos de ayuda a los niños cuando deje de ser competidora de alto rendimiento.
«Me encanta la idea de combatir estos problemas, el futuro son los niños, podemos hacer una gran labor. Lo que quiero es sumar, poner mi granito de arena. Voy a seguir trabajando después del retiro, seguir apoyando a los jóvenes», señaló.
Espinosa también es colaboradora de la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados (ACNUR), lo cual considera un complemento para ayudar a personas con necesidades después de haber recibido oportunidades en la vida.
«La Agencia literalmente salva vidas, protege los derechos se la gente obligada a salir de sus comunidades, de sus países por violencia. Mi país me ha dado la oportunidad y me gusta decirle a la gente que siempre hay esperanzas», concluyó.