México, 3 mar (EFE).- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, adquirió este martes el primer número de la rifa del avión presidencial, que finalmente no sorteará la aeronave sino el valor aproximado del Boeing 787 utilizado por su predecesor, Enrique Peña Nieto.
«Si me saco el premio de 20 millones (de pesos) lo voy a entregar para becas», dijo el presidente al comprar en plena conferencia de prensa en Palacio Nacional el número 0.000.000 del sorteo que se celebrará el 15 de septiembre de este año.
López Obrador sacó la cartera de su bolsillo para pagar al director de la Lotería Nacional, Ernesto Prieto, los 500 pesos (unos 25 dólares) que cuesta cada billete, los cuales ya se están distribuyendo y se pondrán a la venta el próximo 9 de marzo.
El sorteo, que tendrá lugar en la sede principal de la Lotería Nacional, en la capital mexicana, entregará 100 premios de 20 millones de pesos (un millón de dólares) cada uno, con un total de 2.000 millones de pesos (unos 102 millones de dólares).
El presidente mexicano, del izquierdista Movimiento Regeneración Nacional (Morena), aprovechó para arremeter contra el Gobierno anterior mostrando antiguas fotografías de Peña Nieto y sus ministros volando en el lujoso avión escoltado por una nave militar.
«¿Ustedes creen que hace falta esto? Pero nadie decía nada, solo aplaudían. (…) No era protección, era sentirse importante, fantocherías, los tiempos de los faraones», reprochó López Obrador.
Además, recordó que aunque Peña Nieto (2012-2018) fue quien utilizó la aeronave, el que la adquirió fue Felipe Calderón (2006-2012): «No es solo el Gobierno anterior. No olvidemos que el que lo compró fue Calderón. Tendría que explicar por qué», dijo el presidente.
Asimismo, López Obrador anunció que se organizarán visitas para que los ciudadanos puedan ver por dentro el avión, al que definió como «un palacio para los cielos».
«Vamos a organizar visitas para que vaya la gente porque es una vacuna, una vacuna contra esta epidemia. Una buena vacuna preventiva. A ver quién se atreve después a hacer algo así», declaró el mandatario.
La idea de deshacerse de la aeronave es una de las principales promesas de López Obrador, quien viaja en vuelos comerciales a sus giras al criticar que el Boeing 787 representa un lujo excesivo de sus predecesores que va en contra de su política de austeridad.
Al asumir el poder en diciembre de 2018, López Obrador envió el avión a un hangar de California para ponerlo a la venta, pero un año después no había logrado deshacerse de la aeronave, por lo que anunció que lo rifaría.
Finalmente, cambió de idea y en lugar de sortear el avión, valorado en 130 millones de dólares, se sorteará un premio con un valor similar mientras la aeronave permanece en México a la espera de un comprador.