México, 7 mar (EFE).- Investigadores mexicanos trabajan con las autoridades para crear un sistema piloto de monitoreo en tiempo real de la calidad del agua de varios ríos, en un proyecto que de tener éxito podría extenderse por todo el país.
«Queremos conocer la realidad química de los ríos al momento. Y así entender, gracias a un sistema digital, la variabilidad en la calidad del agua y los sitios y horas en que cambia su calidad. Este es un proyecto que se desarrollará en primera instancia en el río Atoyac, el más contaminado del país», dijo este sábado a Efe Benjamín Ortiz Espejel, encargado de Contaminación de Cuerpos de Agua y Cuencas de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
El doctor en Ecología lamentó que un 70 % de los ríos y cuencas de México padecen de algún grado de contaminación, situación que se ha vuelto un proceso histórico que no es atendido,
Y detalló que en el país los principales ríos y cuencas contaminadas por aguas negras y grises son el río Santiago-Lerma (en el estado de Guanajuato y Estado de México), Tula (Hidalgo) y Atoyac (Tlaxcala, Puebla y Oaxaca).
Detalló a Efe que las aguas contaminadas urbanas son un asunto municipal. Por ende, las autoridades estatales y federales requieren ponerse de acuerdo en remediar esta realidad.
En este contexto, el investigador mexicano explicó que la Semarnat y el Instituto Politécnico Nacional (IPN) trabajan en un sistema piloto de monitoreo en tiempo real de la calidad del agua de los ríos.
Esta técnica de monitoreo en tiempo real de los ríos se encuentra en su fase piloto, con la expectativa de analizar los resultados del mismo, para posteriormente verificar su correcta aplicación.
De acuerdo al especialista de la Semarnat, este tipo de técnicas ha sido probado en Europa y permite tener esquemas de actuación adecuados para remediar la contaminación de las aguas superficiales.
«Los contaminantes que se han detectado últimamente en los ríos mexicanos son metales como plomo, mercurio, aluminio, cianuro, etc. en general, son más de 50 elementos químicos que dañan a las aguas del país», detalló.
Son ríos que reciben las aguas contaminadas de grandes ciudades y de diversas industrias, siendo estas últimas las que más afectan la biodiversidad.
El especialista aceptó que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) no tiene los elementos necesarios para encontrar todos aquellos sitios en donde se registran descargas clandestinas de agua contaminada a los ríos.
Aunado a ello, los procesos de multa y clausura de empresas que realizan contaminación de ríos es un proceso muy lento y burocrático.
SALVAR LOS RÍOS
El funcionario vio factible recuperar a los ríos del país. Sin embargo, esta es una labor multifactorial y de largo plazo. En Alemania, ejemplifica, se tardaron 50 años en rescatar al río Rin.
Adicionalmente, México y Latinoamérica enfrentan un problema mayor, que es la falta de cultura de uso racional del agua. Ejemplificó que el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACMEX), indica que un mexicano consume en promedio 307 litros de agua al día, lo que representa cerca de un 200 % superior a los 96 litros recomendados.
Estos datos posicionan a México en el quinto lugar en consumo mundial del agua, lo que en gran medida se debe al desconocimiento específico del costo de acceder a este insumo esencial y que propicia su desperdicio desmedido.
Por su parte, Dolores Barrientos, representante en México del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), declaró a Efe que los retos del agua y la crisis climática se aprecian cada día y están subiendo en intensidad, lo que conlleva a que el hombre se tenga que adaptar de forma pronta a las modificaciones de los ciclos hidrológicos y a una mayor escasez del líquido.
La funcionaria de la ONU hizo énfasis en que se tiene una década antes de romper el punto de no retorno de la modificación del planeta debido a la crisis climática y se necesita actuar de forma pronta como una sociedad unificada en alcanzar metas de sustentabilidad en materia hídrica.
«Siempre tenemos la posibilidad de solucionar los problemas de contaminación del agua, gracias al uso de la ciencia, análisis de las cuencas, evitando arrojar aguas negras a los ríos», explicó.
Ejemplificó que el PNUMA trabaja fuertemente para evitar contaminación por plásticos en los ríos, lagos y océanos, realidad que exige soluciones a nivel local, ya que, no es sólo tener leyes o regulaciones, sino que se debe actuar desde la base de la pirámide social.
Puntualizó que es motivador apreciar que las nuevas generaciones están apostando a la innovación en solucionar los problemas climáticos que observan a su alrededor y busquen cambiar ese mundo que les están heredando los adultos.
Finalmente, Diego Olavarría, escritor e investigador de la naturaleza, al presentar su libro «Historia de Nuestro Futuro» que versa sobre las acciones y problemas de la ecología en México, mencionó a Efe que «el desastre ambiental no ocurrió de la noche a la mañana».
Y lamentó que en México, el ecosistema más olvidado y más contaminado son los cuerpos de agua del, denunciando que no se aprecian acciones determinadas del gobierno federal (Semarnat) para atender este grave problema. Aunque, agregó, el problema es mundial.
«La sociedad global se lo tomó con parsimonia. Los políticos firmaron acuerdos ambientales modestos, establecieron compromisos laxos y fijaron metas no ambiciosas», concluyó el investigador.