París, 9 mar (EFE).- Madonna no ha tenido suerte con su gira «Madame X tour». Empezó en Nueva York en septiembre, ya con retraso, y tras cancelaciones en Lisboa, Boston o Londres, pretendía acabar con brillantez en París, pero el coronavirus le ha obligado a anular las dos últimas fechas previstas, para este martes y miércoles.
Su estancia en París ha sido de todo menos sencilla y ha sido el fiel reflejo de una gira para presentar su último álbum, «Madame X», que ha estado llena de incidentes.
En la capital francesa ha sufrido problemas técnicos, anulaciones por motivos de salud y, como guinda, la suspensión de las que eran sus dos últimas fechas previstas.
Las actuaciones intimistas de la reina del pop en el Grand Rex de la capital, un teatro que le permitía una mayor cercanía con el público, ha estado marcada por la mala suerte.
La decisión de las autoridades francesas de prohibir toda manifestación con más de 1.000 personas para evitar contagios ha acabado de forma prematura con su gira mundial en su última fase, en París, donde ya comenzó con mal pie. La actuación inicial, programada para el 20 de febrero, fue cancelada por motivos de salud.
Madonna había prevenido a sus fans a través de las redes sociales de que no estaba en la mejor forma para afrontar una gira que había comenzado en septiembre pasado en Estados Unidos y que le debía llevar a once ciudades.
En la capital francesa tenía reservadas 14 noches, pero las cosas no han salido como estaba previsto.
El segundo concierto del 23 de febrero, comenzó con tres horas y media de retraso por problemas técnicos y de adaptación al escenario del Grand Rex, según indicaron los organizadores.
La tercera actuación, del 25 de febrero, fue anulada por motivos de salud, por los problemas que sufre la cantante como consecuencia de una caída.
Según contó en Instagram, necesitaba tres horas de rehabilitación antes de cada concierto y otras tantas después. Y eso le llevó a renunciar al concierto previsto para el 1 de marzo.
Al menos, en los conciertos que sí ha dado, en los que prohibió al público llevar teléfonos móviles para evitar que la filmaran, Madonna ha dejado algunas perlas que han dado que hablar.
En uno de ellos cantó una celebrada versión de «La vie en rose» de Edith Piaf y en otro lanzó una crítica dura contra Alain Delon: «Antes le adoraba, pero ahora me han dicho que se ha hecho facha».
Un paso por París que cierra su gira más accidentada, en la que suspendido nada menos que 18 conciertos en Nueva York, Los Ángeles, Boston, Miami, Lisboa y Londres, además de en la capital francesa.