Los mercados bursátiles han vivido hoy un "lunes negro", con fuertes caídas de un extremo al otro del mundo, al acentuarse el miedo a los efectos del coronavirus en la economía, un factor al que se ha sumado el desplome de los precios del crudo, provocado por la expansión de la epidemia y la guerra de precios descencadenada por Arabia Saudí.
El aumento del número de casos de coronavirus en EEUU y las drásticas medidas adoptadas por Italia para hacer frente a la enfermedad han llevado a los inversores a huir de la renta variable y buscar refugio en activos seguros como la deuda de EEUU y Alemania, el oro o el yen japonés.
El Ibex 35, el selectivo de la Bolsa española, ha caído hoy un 7,96 % %, el mayor descenso desde el referéndum del Brexit, en 2016, y se ha situado en 7.708,7 puntos.
Desde el pasado 19 de febrero, cuando el Ibex alcanzó los 10.083 puntos, el selectivo ha perdido casi una cuarta parte de su valor (un 23,5 %) y su capitalización se ha reducido en 123.000 millones de euros.
Los descensos se han reproducido en los principales mercados europeos: Londres se ha dejado un 7,69 %; Fráncfort, un 7,94 %; París, un 8,39 %; y Milán, un 11,17 %.
En Asia, Tokio ha bajado un 5,07 %; Hong Kong, un 4,23 % Shanghai, un 3 %; y Seúl, un 4,19 %.
Wall Street -donde el Dow Jones cae ahora un 8 %- ha tenido que parar quince minutos al bajar más del 7 % el S&P 500, algo que no había ocurrido desde 2008, en plena crisis financiera.
Las ventas masivas de renta variable también han obligado a detener temporalmente la negociación en las bolsas de Sao Paulo y Toronto (Canadá).
Según Joaquín Robles, analista de XTB, la caída de las bolsas no solo es atribuible al desplome del precio del petróleo sino también al repunte de casos de coronavirus en EEUU e Italia, y a las medidas adoptadas este fin de semana por el Gobierno italiano.
En su opinión, los inversores temen que Washington tome también medidas drásticas para contener el virus y que éstas afecten a la actividad económica.
Para Javier Santacruz, del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB), el desplome de las bolsas responde a tres cuestiones: la expansión del coronavirus, el hundimiento del precio del petróleo y la incertidumbre sobre las medidas que tomarán los gobiernos y los bancos centrales.
Pimco, una de las mayores gestoras de fondos del mundo, considera que la evolución de la economía mundial adoptará una forma de "U" en los próximos trimestres, con una posible recesión técnica (dos trimestres consecutivos de contracción) en EEUU y en la zona del euro en la primera mitad del año.
No obstante, prevé que esa recesión sea "suave y breve" y que se produzca una fase de recuperación en el segundo semestre.
Ante esta situación, el FMI ha recomendado adoptar medidas fiscales y monetarias "sustanciales" para hacer frente a los "shocks" de oferta y demanda.
La Reserva Federal de Nueva York ha anunciado hoy que inyectará liquidez a los bancos para protegerlos de la volatilidad de los mercados.
En Europa, el Gobierno alemán ha acordado una serie de ayudas para paliar los efectos negativos del coronavirus en las empresas.
En cuanto al descenso de los precios del crudo, Shamik Dhar, economista jefe de BNY Mellon IM, cree que no será algo temporal.
Para Michel Salden, de Vontobel AM, la bajada de los precios afectará especialmente a las explotaciones de petróleo no convencional.
De hecho, algunos analistas se plantean si la guerra de precios se dirige contra Rusia o contra los productores de crudo no convencional, para sacarlos del mercado.
A esta hora, los precios del Brent, de referencia en Europa, y del Texas, referente en América, descienden en torno al 22 %, la caída más pronunciada desde la Guerra del Golfo de 1991, aunque han llegado a bajar un 30 %.
Los inversores han buscado refugio un día más en la deuda de países solventes como EEUU y Alemania.
Las rentabilidades de los bonos a diez años de EEUU, Alemania y Reino Unido han tocado mínimos históricos.
El precio del oro, por su parte, vuelve a acercarse a los niveles más altos desde 2013.