Apolonio Ruiz Herrera y Jacqueline Soledad Casillas se convirtieron en marido y mujer en emotiva ceremonia que tuvo lugar en el templo de San Antonio de Padua.
Al pie del altar principal la novia fue entregada a su prometido, ambos ocuparon los reclinatorios que tenían destinados para ellos.
El sacerdote habló a Apolonio y Jacqueline Soledad acerca de las obligaciones y responsabilidades que tendrán como esposos y les recordó que sólo la muerte podrá dar por finalizado este Sacramento.
Postrados ante la imagen del Todopoderoso, los contrayentes recibieron la mancuerna matrimonial y más tarde, la bendición nupcial.