México, 11 mar (EFE).- El Gobierno mexicano deberá replantear su estrategia energética ante la caída internacional del precio del petróleo, pues casi la quinta parte de su recaudación, el 17,9 %, depende de los ingresos petroleros y la cobertura es insuficiente, advirtieron este miércoles expertos consultados por Efe.
Aunque coincidieron en que «ningún país estaba preparado» para la guerra de precios del crudo, los especialistas exponen que la crisis llega en un momento de vulnerabilidad para México, donde en 2019 el PIB decreció 0,1 % y Petróleos Mexicanos (Pemex) reportó una pérdida neta de 18.367 millones de dólares, casi el doble que en 2018.
«En la lógica, lo que más conviene a Pemex y a México, es que Pemex disminuya en la medida de lo posible las pérdidas. A estos precios, no puede sostener ni el nivel de producción que tenía planteado, que de todas maneras se veía complicado», explica Rosanety Barrios, analista de temas de energéticos.
Durante el pasado «lunes negro», el crudo mexicano cayó 31 % hasta un precio de 24,34 dólares por barril desde los 35,75 dólares de la jornada anterior, aunque este martes se recuperó de forma ligera al alcanzar 27,4 dólares por unidad.
De prolongarse este entorno de «volatilidad excesiva», Barrios considera que México podría perder hasta la mitad de sus ingresos petroleros y afectar a casi el 10 % del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), lo que implicaría recortes al gasto público.
Por ello, la experta lamenta que la actual Administración haya aumentado otra vez la dependencia del Gobierno con Pemex, la petrolera más endeudada del mundo, que debería bajar sus costos en los sectores que causan más pérdidas, como exploración y refinería.
«Tampoco tenemos las rondas petroleras que permitirían algún tipo de ingreso (privado) para el Estado e, insisto, la diversificación es la estrategia recomendada para disminuir el riesgo. Hoy no la tenemos», expresa Barrios.
COBERTURA PETROLERA
Al presumir un «blindaje» económico, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SCHP) informó este martes que invirtió este año 1.150 millones de dólares en un seguro para cubrir la mezcla de crudo mexicano a un precio de 49 dólares por barril.
«Nosotros ya veníamos preparando una estrategia, sobre todo pensando en la desaceleración y en el efecto del coronavirus, que es igualmente válida ahora que tenemos el choque petrolero, que es adelantar el gasto al inicio del año», afirmó Arturo Herrera, titular de la SCHP, en rueda de prensa.
Pese a que el funcionario rechazó detallarla, Paul Alejandro Sánchez, director de Ombudsman Energía México, estima que este seguro cubre entre el 30 % y 50 % de la producción de Pemex, un número que «no salva» a las finanzas públicas.
«No, porque hay un flujo de efectivo que no se va a recuperar. ¿Qué significa esto? Que las coberturas se pagan a final de año y ahorita va a haber un problema porque no se va a vender el petróleo a precio alto como para mantener, no solo las finanzas de Pemex, sino las transferencias de Gobierno federal», detalla.
RIESGO Y AJUSTE
A pesar de que los ingresos petroleros ahora representan solo 4 % del PIB mexicano, en lugar del 8 % de décadas anteriores, Sánchez sostiene que «todavía no es posible señalar que se ha mejorado la no dependencia» en este sector.
«El problema es que gran parte del gasto corriente de esta administración, es decir, todo lo que se está utilizando para becas, para programas sociales de entrega directa y todo eso, depende en gran medida de los ingresos petroleros. Siempre se ha visto como la chequera», describe.
El especialista prevé que la incertidumbre seguirá porque va más allá de la guerra de precios entre Rusia y Arabia Saudita, pues el mercado petrolero mundial tiene sobreoferta y hay una caída en la demanda.
Por esta mezcla de factores internos y externos, argumenta Sánchez, México está en riesgo de sufrir una reducción en su calificación crediticia, como ya han alertado Moody’s y Standard & Poor’s.
«No solo de la deuda de Pemex, sino también del soberano. Es decir, si el país va a tener los recursos suficientes para hacer los pagos que tiene que hacer para mantener sus compromisos internacionales», precisa.