México, 12 mar (EFE).- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, firmó este jueves un decreto que otorga pensión vitalicia a las víctimas, principalmente niños, de la guardería ABC incendiada el 5 de junio de 2009, en el norteño estado de Sonora.
López Obrador firmó el decreto durante una visita a Hermosillo, estado de Sonora, durante la cual sostuvo una reunión con los padres de los niños muertos en este incendio, que comenzó en una bodega del gobierno del estado.
En el decreto, que será publicado mañana viernes en el Diario Oficial de la Federación (DOF), se considera que el incendio generó afectaciones diversas a las familias de 49 niños fallecidos y a unas 75 personas, incluidos menores de edad, que resultaron lesionados por inhalar humo y tóxicos.
La decisión presidencial de otorgar estas pensiones vitalicias sustituye las medidas del 20 de julio del 2010 que el gobierno mexicano tomó para dar ayudas extraordinarias a las familias de las víctimas, de niños lesionados y de las maestras afectadas.
«Dichas medidas no han sido suficientes para recobrar las condiciones de vida que tenían los afectados y sus familias» antes del incendio, que además de su salud les impactó en sus condiciones económicas y psicológicas.
Las pensiones vitalicias se otorgarán a las madres de los niños fallecidos y a los que resultaron con lesiones y en ambos casos al morir ellas, el beneficio pasará a sus hijos en la proporción que les corresponda.
Recibirán la prestación las maestras y los adultos que salieron heridos del incendio y todos los niños que por sus heridas tengan una lesión que les incapacite, señaló el decreto.
López Obrador viajó a Sonora para reunirse con los padres de las víctimas y de los heridos y adultos, conforme a su acuerdo alcanzado en un encuentro celebrado en Ciudad de México a finales del año 2019.
El 5 junio de 2009, 49 niños murieron más de 80 resultaron lesionados y con secuelas debido al incendio de la guardería ABC de Hermosillo que se propagó desde una bodega contigua.
Debido a que la guardería no contaba con salidas de emergencia y las puertas se abrían hacia adentro, los menores no pudieron salir del inmueble hasta que un ciudadano impactó su vehículo contra una de las paredes y liberó a los niños. Pero fue muy tarde, y muchos murieron quemados o asfixiados.