Pedro Pablo Cortés
México, 13 mar (EFE).- La ecuatoriana María Fernanda Espinosa, la primera mujer candidata a la Secretaria General de la Organización de Estados Americanos (OEA), busca reemplazar a Luis Almagro para «cicatrizar las heridas» y combatir la polarización en el organismo, según dijo este viernes en una entrevista con Efe.
«El principal reto es restaurar la confianza, el diálogo y la construcción colectiva en el hemisferio. Uno de los temas que estoy proponiendo es cicatrizar las heridas y combatir la polarización, y eso se hace restaurando la confianza, construyendo una agenda positiva», asegura la excanciller de Ecuador desde la capital mexicana.
La diplomática se disputará el cargo el próximo 20 de marzo con el diplomático peruano Hugo de Zela y con el actual secretario, el uruguayo Luis Almagro, quien pretende reelegirse para el próximo quinquenio de 2020-2025 frente al organismo político de 35 países de América.
Espinosa, quien fue presidenta de la Asamblea General de la ONU de 2018 a 2019, recibió esta semana el respaldo oficial de México por la política exterior feminista del Gobierno, pero también por coincidir en las críticas a la actual gestión de Almagro, al que acusan de fomentar la volatilidad y la polarización.
«Si tú tienes una persona que de manera permanente está actuando como un Estado más, emitiendo sus opiniones personales, tomando partido en situaciones de conflicto, eso definitivamente no ayuda», indica la ecuatoriana, quien también fue ministra de Defensa en 2013.
La candidata considera que la organización «no puede seguir como está», pues está en riesgo su viabilidad.
Para contrarrestar la «mayor división» e «incapacidad de dialogar» que percibe, propone una agenda común a la región, como la lucha contra las drogas, el combate al crimen organizado, la crisis climática, la migración y la trata de personas.
«Estaré siempre disponible también para ser un puente de diálogo y de construcción de acuerdos cuando hay disensos y diferencias entre los Estados. Ciertamente no lanzaré gasolina en el incendio», manifiesta.
CANDIDATURA HISTÓRICA
La excanciller pide tomar la oportunidad histórica de elegir por primera vez a una mujer al frente de la OEA, que nunca ha tenido una secretaria general desde su fundación, en 1948.
«La oportunidad que tenemos es: o dejar en el olvido la agenda de mujeres de la igualdad, que es lo que ha pasado en este último tiempo, o realmente poner la agenda de mujeres, el tema de la paridad, el tema del empoderamiento económico y político de las mujeres en el centro», asevera.
Entre sus promesas está una política de tolerancia cero al acoso sexual y laboral que «lamentablemente hay» en la OEA.
VENEZUELA Y BOLIVIA
La diplomática reconoce que el tema que «más ha polarizado a la región» es Venezuela.
Aun así, argumenta que no es competencia de la Secretaría General de la OEA, sino de los Estados miembros, el reconocer la legitimidad de Nicolás Maduro o Juan Guaidó al frente del Gobierno venezolano.
«Hay una gran casi unanimidad en los países miembros de la OEA, que hablan de la necesidad de una solución pacífica a la situación de Venezuela. Ahora, la herramienta de la solución pacífica es el diálogo, no hay otra», asegura.
Cuestionada sobre Bolivia, Espinosa rechaza decir si el informe de la OEA descalifica a Almagro por señalar «irregularidades» en las elecciones de octubre pasado pese a que investigadores de universidades como el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) han cuestionado el reporte.
No obstante, sugiere que este caso tiene lecciones para la OEA, como el mejoramiento de las misiones electorales.
«El segundo aprendizaje es el cuidado, la mesura y la prudencia que tiene que tener una Secretaria General cuando opina sobre una situación de potencial conflicto o de gran volatilidad política en un país», opina.
EL APOYO DE MÉXICO
La candidatura de Espinosa se topa con el apoyo que Estados Unidos, Uruguay y hasta su propio país, Ecuador, han prometido a Almagro.
Sin embargo, agradece el respaldo de México, en cuyo nuevo Gobierno percibe un renovado interés en ser una presencia en la región, como muestra su esfuerzo por «sacar de terapia intensiva» a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
«Estamos en un muy buen momento de la política exterior de México y yo creo que Benito Juárez estaría muy satisfecho de lo que está pasando ahora», dice la diplomática en referencia al histórico presidente mexicano que inspira al actual mandatario, Andrés Manuel López Obrador.