Kabul, 15 mar (EFE).- El Gobierno afgano informó el domingo del retraso en la liberación de los 5.000 prisioneros talibanes por un período indeterminado, debido a la falta de compromiso de los insurgentes para garantizar que los combatientes liberados no regresen a la guerra, una medida que podría retrasar las negociaciones de paz afganas.
La decisión de Kabul se produce después de que la semana pasada el presidente afgano, Ashraf Ghani, en un decreto presidencial, anunció el inicio del proceso gradual para liberar a 5.000 prisioneros talibanes en grupos de cien a partir del sábado 14 de abril, como parte del acuerdo firmado entre Estados Unidos y los talibanes para allanar el camino hacia las conversaciones intraafganas.
«Estamos trabajando en las listas (de prisioneros), pero no está claro cuánto tardará en completarse», dijo a Efe Javid Faisal, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional del país, un día después de que el Gobierno incumpliera con su fecha límite para comenzar el proceso de liberación.
Faisal explicó que han estado evaluando las listas de prisioneros talibanes para garantizar que las personas liberadas no regresen a la guerra, debido a que los talibanes no mostraron su compromiso claro al respecto.
«Hasta el momento no se ha producido ningún desarrollo al respecto por parte de los talibanes hacia el compromiso que ellos deben mostrar por la paz, de hecho, hasta ahora no han hecho ninguna demostración ni en acciones ni en conversaciones. Pero de nuestro lado estamos trabajando en los preparativos», dijo Faisal.
Para Afganistán es importante saber que «si liberamos a alguien, estaremos seguros de que no volverán a la primera línea de guerra, porque liberamos a estas personas para promover la paz y no para que vuelvan a guerra», enfatizó el portavoz.
Por su parte los talibanes insistieron en su postura y presionaron para que el Gobierno afgano libere a 5.000 prisioneros antes de comenzar las conversaciones intraafganas, como se pactó en el acuerdo firmado con Estados Unidos el pasado 29 de febrero en Doha.
«Retrasar el proceso de liberación de los prisioneros es una acción contra el acuerdo y muestra que (el gobierno afgano) retrasa intencionalmente las negociaciones intraafganas», dijo a Efe Suhail Shaheen, portavoz de la oficina política talibán en Catar.
El decreto de Ghani emitido el pasado miércoles estipuló que solo 1.500 prisioneros talibanes deberían ser liberados como gesto de buena voluntad, en grupos de cien por día.
Los restantes 3.500 prisioneros serían excarcelados en grupos de 500 cada dos semanas, solo después del comienzo y durante las conversaciones intraafganas, y esta liberación estaría condicionada a una reducción significativa de la violencia.
La propuesta fue inmediatamente rechazada por los talibanes que subrayaron que el acuerdo indica que los 5.000 debían ser liberados juntos y antes de cualquier conversación.
El acuerdo de Doha gira en torno al cumplimiento de varios ejes, entre ellos la retirada total de las tropas internacionales en catorce meses, el compromiso de los talibanes de no permitir que el suelo afgano sea usado para atacar otros países, la incorporación de los insurgentes a un proceso de negociación intraafgano y la liberación de prisioneros.
Si bien la retirada de los estadounidenses de Afganistán es un paso fundamental para que los talibanes accedieran a avanzar por el camino del diálogo tras diecinueve años de guerra, la paz solo puede ser negociada entre el movimiento talibán y las autoridades de Kabul.