México, 2 feb (EFE).- En la decimoquinta corrida de la Temporada Grande en la Plaza México, el español Enrique Ponce compartirá terna con José Mauricio y Joselito Adame, estos dos últimos ya abrieron la puerta grande de este ciclo de corridas mayores en la capital mexicana.
La ganadería de Fernando de la Mora es la escogida para uno de los carteles más esperados por los aficionados. El festejo se iniciará a las 16:30 horas de Ciudad de México (22.30 GMT).
La administración de la Plaza México ha diseñado, quizás, el más popular cartel que se puede concebir para la afición capitalina con los espadas disponibles.
Ponce mantiene parte de su poder de convocatoria a pesar de sus constantes presencias, generalmente por partida doble, en la Temporada Grande y de estar en el declive de su carrera.
Joselito Adame, de los matadores mexicanos en activo, ostenta el primer puesto en cuanto a boletos vendidos en la Plaza México. La pobre entrada del domingo anterior, con su hermano Luis David junto a Antonio Ferrera anunciados como reclamos, apuntala este hecho.
Por otro lado, se podría definir a José Mauricio como el fenómeno del actual serial de festejos. Sus dos puertas grandes seguidas le sitúan por el momento como triunfador de lo que va de Temporada Grande.
Con estos tres matadores los gestores de la plaza intentarán enmendar el pobre resultado taquillero tras catorce corridas.
La fórmula de mantener los mismos nombres temporada tras temporada, el estancamiento del escalafón mexicano e internacional y, sobre todo, la pobreza de la oferta ganadera, con una ausencia de casta absoluta, cuando ésta se mezcla con figuras, resultan dañinas para mantener la vigencia de la tauromaquia en Ciudad de México.
Los toros de Fernando de la Mora, tras un relativo ostracismo desde que la actual empresa de la plaza tomó los mandos del coso capitalino, eran anunciados en corridas de toreros de segunda línea y ahora vuelven a una corrida de relumbrón.
El encierro que envió a Plaza México el pasado 24 de noviembre, en sustitución de los toros de Villa Carmela, que dejó un par de toros salvables, y los dos que presentó en la inauguración para rejoneo parecen razones suficientes para atender los reclamos de las figuras como Ponce, siempre dichosos de torear este hierro donde la nobleza pretende ser argumento frente a la casta.
La divisa es propiedad de Fernando de la Mora desde 1959. Las reses pacen en el central estado mexicano de Hidalgo. Su debut en la Plaza México data del año 1984.
La corrida del lunes, trasladada a esta fecha para no coincidir este domingo con el Super Bowl de la NFL estadounidense, llega tras una exitosa jornada de puertas abiertas este sábado en la que miles de aficionados, muchos de ellos con sus familias, acudieron a presenciar varias actividades relacionadas con la tauromaquia.
Desde tentaderos hasta clases prácticas alrededor de las distintas suertes que conforman una corrida, la fila que daba la vuelta a la plaza, para acceder a su interior, es una señal de que la afición existe y reclama novedades de algún tipo para ser convocada.