Washington, 4 feb (EFE).- Con un gesto de desdén, la presidenta de la Cámara Baja de EE.UU., la demócrata Nancy Pelosi, rompió este martes su copia del discurso que acababa de pronunciar el presidente Donald Trump, poco después de que algunos de sus compañeros de partido le abuchearan e incluso se marcharan del Congreso.
Estas fueron las anécdotas que marcaron el tercer discurso sobre el Estado de la Unión de Trump ante ambas cámaras del Congreso:
LA MANO FRÍA DE PELOSI
Un día antes de que el Senado vote para, con toda seguridad, absolver a Trump de los dos cargos que enfrenta en su juicio político por sus presiones a Ucrania, muchos observadores estaban pendientes del momento en que el mandatario se encontrara con Pelosi, la legisladora que lanzó la investigación para destituirle.
Como presidenta de la Cámara Baja, Pelosi tenía reservado un lugar de honor detrás de Trump en el hemiciclo, y cuando este le entregó una copia del discurso al llegar, la líder demócrata le extendió la mano, pero el mandatario se giró sin estrechársela.
EL DISCURSO ROTO DE TRUMP
Al terminar la alocución de Trump, Pelosi agarró su copia del discurso, que había leído atentamente durante la sesión, y la rompió en dos a una altura suficiente para que la captaran las cámaras de televisión, en una señal de su amarga relación con el presidente.
Cuando los periodistas le preguntaron luego por qué lo hizo, Pelosi respondió que le pareció «lo más cortés que podía hacer» después de ese «discurso tan sucio».
ALGUNOS DEMÓCRATAS GRITARON A TRUMP…
Cuando Trump advirtió de que hay políticos que quieren «arrebatarles los seguros de salud» a los estadounidenses, un grupo de congresistas demócratas se levantaron de su asiento y le gritaron: «¡Tú!».
Algunos progresistas también se rieron cuando Trump presumió de estar persiguiendo a las compañías farmacéuticas, y la congresista latina Norma Torres se exasperó cuando el mandatario aseguró que está protegiendo a los pacientes que ya tenían enfermedades antes de contratar un seguro médico, según la cadena CNN.
…Y OTROS SE AUSENTARON DEL DISCURSO
Al menos cuatro congresistas demócratas -Rashida Tlaib, Seth Moulton, Tim Ryan y Bill Pascrell- se marcharon indignados de la Cámara Baja en mitad del discurso: La primera de ellos, miembro de la famosa «Brigada» («Squad») de legisladoras progresistas, dijo en Twitter que no pudo aguantar sus «mentiras e intolerancia».
Otras dos integrantes de la «Brigada», la latina Alexandria Ocasio-Cortez y la afroamericana Ayanna Pressley, decidieron directamente no asistir en absoluto a la sesión para no «normalizar la conducta ilegal» de Trump, en palabras de la primera, que prefirió verlo por televisión y publicar una foto en Instagram.
LAS DEMÓCRATAS, DE BLANCO EN HONOR A LAS SUFRAGISTAS
En contraposición a los comportamientos machistas de Trump, muchas legisladoras demócratas vistieron de blanco para conmemorar el centenario de la ratificación de la decimonovena enmienda de la Constitución de EE.UU., que concedió a las mujeres el derecho a voto.
En el primer discurso del Estado de la Unión de Trump en 2018, muchas vistieron de negro en solidaridad con el movimiento #MeToo, mientras que en 2019 las progresistas eligieron ir también de blanco, después de que se batiera el récord de mujeres elegidas para la Cámara de Representantes en unos comicios legislativos.
EL MINUTO DE ORO DE GUAIDÓ
El líder opositor venezolano Juan Guaidó, reconocido presidente interino de Venezuela por más de medio centenar de países, recibió una ovación por parte de legisladores, tanto del Partido Demócrata como del Republicano, después de que el presidente Donald Trump lo mencionara expresamente durante su discurso.
Guaidó, que escuchaba la alocución desde el palco de la primera dama, Melania Trump, se levantó serio para saludar a los legisladores mientras era aplaudido y en un determinado momento esbozó una ligera sonrisa.
APARICIÓN ESTELAR DEL «JUEZ» DEL IMPEACHMENT
El «juez» del juicio político a Trump, John Roberts, estuvo presente en el debate del Estado de la Unión, en víspera de la votación final del «impeachment» en el Senado, y el presidente se paró a hablar unos segundos con él antes de pronunciar su alocución.
Roberts, que es presidente del Tribunal Supremo, eligió acudir al acto a diferencia de William Rehnquist, que fue «juez» en el juicio político al expresidente Bill Clinton y decidió no asistir al discurso del Estado de la Unión del entonces mandatario en 1999.