Londres, 11 feb (EFE).- La Tate Modern de Londres explorará, desde este jueves, en una exposición el innovador planteamiento del cineasta británico Steve McQueen sobre la imagen en movimiento.
A través de 14 obras -proyecciones, fotografías, esculturas- , el ganador de un premio Turner en 1999 y de un Oscar por la película «12 años de esclavitud» (2013) aborda mediante su trabajo asuntos que le inquietan como la identidad y nuestra manera de relacionarnos en el mundo.
La galería se envuelve de oscuridad para albergar las instalaciones y proyecciones de McQueen, donde el sonido es otro de los elementos clave para poder apreciar esta muestra.
El comisario de la exposición, Fiontán Moran, explicó hoy en la presentación a los medios que el show es una «especie de secuela no oficial» de la última exposición en el Reino Unido de McQueen, en el Instituto de Arte Contemporáneo (ICA, en inglés) en 1999.
El visitante se topa en la Tate con una exposición «abierta, que no sigue ningún orden cronológico», en la que McQueen ha querido que cada cual explore a su manera para acercarse al planteamiento del cineasta sobre las imágenes en movimiento, según explicó el experto.
Lo primero que observa el visitante al entrar en la galería es la obra «Static», que consiste en dos pantallas gigantes en las que se proyecta una imagen en continuo movimiento de la Estatua de la Libertad (Nueva York), tomada con un plano corto, con un fuerte sonido de helicóptero de fondo.
A McQueen, según Moran, «le interesaba aquí cómo la Libertad se había contenido en una estatua» al tiempo que obliga al espectador a «contemplarla una y otra vez, una y otra vez».
Se pueden ver piezas más íntimas del director, como sus primeras grabaciones con una Super 8 en «Exodus» (1992/97), que aborda la inmigración y el carácter multicultural de su Londres natal.
En «7th Nov» (2001), se escucha el relato de su primo Marcus sobre el trágico día en que disparó de manera accidental y fatal a su propio hermano. Otra de las proyecciones es la poderosa «Western Deep» (2002), una grabación de unos 25 minutos de duración, donde el artista explora con una gran intensidad las condiciones laborales de los mineros de oro de Suráfrica.
Otro de los trabajos más personales expuestos es «Ashes» (2002-15), un tributo en recuerdo de un joven pescador al que McQueen conoció y grabó en la isla americana de Granada, en 2002, y que fue asesinado por bandas de narcotraficantes al año siguiente.
McQueen, cuya muestra se podrá ver hasta el próximo 11 de mayo, explora además la relación entre lo físico y lo espiritual con «Weight», un somier de metal cubierto por una mosquitera.