Beirut, 16 feb (EFE).- La aerolínea estatal libanesa Middle East Airlines (MEA) revocó este domingo la decisión de aceptar «sólo» dólares como método de pago, horas después de emitirla y tras el rechazo de los dirigentes del país, por lo que seguirá permitiendo pagar en moneda local, en medio de una gran crisis de «billetes verdes» en el Líbano.
Este domingo la aerolínea afirmó en un comunicado, reproducido por la Agencia Nacional de Noticias libanesa (ANN), que desde mañana «aceptarán sólo pagos en dólares estadounidenses», pero tras una petición del primer ministro, Hasan Diab, se ha revertido la decisión, informó el diario libanés The Daily Star, citando a una fuente de MEA.
La oficina del primer ministro había informado anteriormente de que Diab pidió expresamente a la compañía estatal que «cancelase» esa decisión y el presidente Michel Aoun instó también a «fijar el precio de los billetes aplicando las leyes libanesas, lo que quiere decir, en libras libanesas», según un comunicado de su oficina.
La ANN indicó que la rueda de prensa prevista para mañana para explicar la decisión de MEA fue suspendida, sin dar más detalles.
De no haber sido revocada esta medida, MEA se hubiera convertido en la primera empresa pública en el Líbano que solo acepta dólares como método de pago, rechazando la libra libanesa.
Aunque el Líbano cuenta con su moneda propia, la mayor parte de los productos de consumo son importados y pagados en ´la divisa estadounidense.
Las entidades bancarias han impuesto su propio control de capitales y ahora solo permiten la retirada de hasta 300 dólares cada 15 días, a falta de una regulación del Banco Central libanés.
El tipo cambiario de la libra libanesa se fijó en 1997 en 1.507 libras por dólar, pero en los últimos meses se ha desplomado la moneda local y en el mercado negro ha alcanzado esta semana las 2.300 libras por dólar.
La aerolínea de bandera es propiedad del Banco Central, quien llamó hace unos meses en un comunicado a los libaneses a que usen la moneda local para impulsar la economía.
Antes de conocer la decisión de la retirada de esta medida, los libaneses habían empezado a pedir el boicot a la compañía en la red social Twitter y habían llamado a una protesta para mañana frente a sus oficinas repartidas por la capital.
El Líbano vive un colapso económico que le ha llevado a ser uno de los países más endeudados del mundo, iniciando una ola de movilizaciones, desde el pasado 17 de octubre, en protesta por la corrupción de la clase dirigente durante décadas.