Madrid, 18 feb (EFE).- Casi tres años después de su fallecimiento, los diseños de David Delfín son los protagonistas de la exposición de un creador que entendió la moda como un instrumento «liberador», a través del cual sus «emociones» quedaban al descubierto.
«Missing», «Inferno», «Katarsis», «Mentiras» son algunos de los nombres con los que tituló sus colecciones «biográficas», que decían mucho de cómo se sentía, y donde está presente su «fascinación por los extremos», explica a Efe, este martes, el comisario de la muestra Raúl Marina, quien recuerda que este año Delfín celebraría su 50 aniversario y sus 20 años en la moda.
La sala Canal de Isabel II de Madrid acoge una exposición de más de 80 piezas entre diseños, documentación y fotografías que forman parte del archivo de la firma, y algunas cedidas por amigos como la cantante Alaska, que descubren a un David Delfín (Ronda-Málaga, 1970-Madrid, 2017) que construye su universo a partir de la «emoción», piezas con las que busca sentirse «liberado».
Trasgresor es quizá el adjetivo que más rápido viene a la mente cuando se quiere resaltar las cualidades de su diseño, pero quizá no era lo que siempre pretendía Delfín, que representó a una nueva generación de creadores, y del que Marina valora su «capacidad para salirse de ámbito comercial».
Premio Nacional de Diseño de Moda 2016, Delfín dejó un amplio legado con sus diseños donde plasmaba «la belleza de lo oscuro», la dualidad entre la vida y la muerte.
La exposición refleja sus experiencias, su mundo interior, las referencias artísticas, no «estéticas» sino de «planteamiento», de un creador que concibió la moda de forma «interdisciplinar» que trabajó desde las «frustraciones», añade el comisario de la exposición.
La puerta a ese mundo en el que la sensibilidad deambula a través de un recorrido circular, se inicia con una imagen imposible de olvidar: la de los vestidos soga con capuchas sobre rostro, su primera colección en 2003 en la pasarela madrileña, que tan duras críticas acumuló.
David Delfín era un artista, un ser en continua ebullición, con una creatividad sin límites que le llevaba a diseñar prendas, a construir «performances», a imaginar otra manera de comunicar y de conectar desde la «sencillez y naturalidad», apunta, Nuria de Miguel, directora de Mercedes Benz Fashion Week Madrid.
Patrones impecables, donde lo andrógino de sus propuestas sigue de plena actualidad sin que el tiempo haga mella, y en los que el blanco y negro son los pilares sobre los que construye un historial creativo en el que también intervienen, verdes intensos, azul cobalto, o rosa chicle. «‘Catarsis’ es su colección más colorista, una manera de celebrar el amor», explica Raúl Marina.
Juan Carlos Mesa, alma creativa de la firma «Maison Mesa», deambula entre las prendas hasta espetar un «maravillosa», en referencia a la exposición, «a él le hubiera encantado», y recuerda que David Delfín ha sido uno de los creadores «más rompedores. Aportó muchas cosas a la cultura, no solo a la moda», antes de ser diseñador.
Y así se puede contemplar a través de vídeos, fotografías y escritos de su archivo personal, incluso una carta muy querida por él, «una crítica a sus diseños», que le remitió una señora que le afeaba su concepto de ver la moda frente a las propuestas de Balenciaga.
Pero el universo de David Delfín no puede entenderse sin la intensa amistad y colaboración de su musa, Bimba Bosé (Roma 1975- Madrid 2017), y de los hermanos Postigo, Gorka, Diego y Deborah.
«Bimba y David eran dos almas gemelas», advierte el comisario, mientras señala de fondo una fotografía de los dos.
Según nos acercamos a la última planta, de fondo se escucha la voz de Bimba Bosé con «The Cabriolets», cantando una versión muy personal de «Como yo te amo», un broche perfecto para un recuerdo imborrable.
Por Inmaculada Tapia