Madrid, 19 feb (EFE).- La actriz californiana Elisabeth Moss, intérprete de personajes icónicos de la nueva era televisiva como Peggy de «Mad men» o June de «El cuento de la criada», se adentra en el terror con una adaptación de «El hombre invisible» que pone el foco en una relación de abusos y obsesión dentro de una pareja.
«Los abusos psicológicos pueden ser tan dañinos como los físicos, son muy manipuladores y lleva mucho tiempo recuperarse y superarlo, por eso hemos querido mostrar ambos aspectos en el personaje de Cecilia», ha dicho Moss hoy en una entrevista con Efe.
La película, dirigida por Leigh Whannell y producida por el mago del terror de bajo presupuesto Jason Blum, actualiza el clásico de H.G. Wells e introduce este nuevo personaje, Cecilia (Moss), una mujer atrapada en una violenta y abusiva relación con un rico y brillante científico.
La trama arranca en el momento en que ella escapa de la casa conjunta, pero cuando parece que todo ha quedado definitivamente atrás, empieza a sentir el acoso de alguien que nadie puede ver, por lo que a las personas de su entorno les resulta difícil creerla.
La relación con el movimiento #Metoo y los casos de abusos dentro de la industria de Hollywood es evidente. Moss tiene experiencia en este tipo de personajes que pasan del victimismo al empoderamiento, algo que reconoce que no busca exclusivamente.
«Suelen pensar en mi para este tipo de personajes y a mi me gusta», señala, «creo que es inspirador especialmente para las generaciones más jóvenes ver a estas mujeres que evolucionan desde un lugar de miedo y daño a ganar fuerza y encontrar el camino para llegar a ser ellas mismas».
En el caso de los abusos psicológicos, considera muy importante «encontrar un lugar seguro para hablar» y conseguir contar lo que pasa a personas de tu entorno. «Hablar con tu familia o amigos, ser honesta con lo que te está ocurriendo y lograr admitir que no es culpa tuya lo que está pasando, es muy importante», sostiene.
Feminista declarada, de cara a la próxima celebración del 8 de marzo opta por reivindicar la autonomía de las mujeres sobre sus cuerpos. «No sé cual es la situación en España, pero para mi en América es importante que las mujeres tengamos autonomía sobre nuestros cuerpos, poder elegir libremente lo que es mejor para nuestras vidas y nuestros cuerpos», dice.
Fan del género de terror, asegura que le encantaría repetir la experiencia. «Pero la próxima vez quiero ser la mala», afirma la actriz, que también forma parte del reparto de lo nuevo de Wes Anderson, «The french dispatch», que se estrenará este año.
«El hombre invisible» forma parte de un proyecto, en el que están inmersos los estudios Universal, de actualización de sus monstruos clásicos para una nueva generación, un catálogo que incluye a Drácula, el Hombre Lobo o Frankenstein.
«Nos hemos centrado exclusivamente en el Hombre Invisible, no hay una lógica interconectada», aclara Whannel, guionista de la saga «Saw» o «Insidious», sobre la que supone su séptima colaboración con Blum (Blumhouse).
Expertos ambos en indagar en los miedos humanos, la pareja considera que pocas cosas aterran más que lo que no se puede ver.
«Nos da miedo lo desconocido y eso engloba lo que no puedes ver», declara Whannel. «Piensa en películas como ‘El exorcista’, la niña está poseída pero no ves al demonio; lo que no ves es lo que más aterra, el espectador llena los blancos con su imaginación».
Blum puntualiza que el hecho de ser invisible puede explicar el que este personaje haya sido menos explotado en el cine que otros clásicos, pero al mismo tiempo insiste en que eso es lo que le hace «uno de los más interesantes».