Roma, 19 feb (EFE).- La casa de moda Gucci homenajeó hoy en la pasarela de Milán el «ritual» creativo que se esconde detrás de cada colección y, con una curiosa puesta en escena sin desfile, planteó una mujer de cine y diversa para el próximo invierno.
El director creativo de la firma, Alessandro Michele, no apostó por el clásico desfile sino que prefirió desvelar su colección sobre una plataforma giratoria planteada como una especie de linterna mágica, precursora del cinematógrafo, dividida en vitrinas.
Dentro de esta plataforma pudo verse a las modelos maquillándose, peinándose o vistiendo los diseños de Gucci, hasta presentarse al fin completamente ataviadas frente al público, cada una ubicada en un «fotograma» como si de un escaparate se tratara.
Es, por supuesto, una colección impregnada por otras artes como la música, con un metrónomo acompasando la presentación o el bolero de Ravel, o con la voz de Federico Fellini y su idea de que el cine es «sugestión hipnótica, un ritual, tiene algo de religioso».
Michele ha querido de este modo desvelar el trabajo creativo de la moda, pues una vez que las modelos abandonan la plataforma giratoria ocupan su lugar los asistentes, peluqueros y maquilladores.
«Que el milagro de las manos hábiles salga de las sombras», proclamó el creativo en sus redes sociales.
Dentro de la noria de Gucci está la historia de la moda femenina, representado por una rompedora mezcla de estilos.
Todo tiene cabida en el mundo de Gucci, desde vestidos victorianos con volantes, faldas de todo tipo, trajes en tartán, terciopelos, corsés, pantalones de campana, sandalias con plataforma, tocados de plumas, arneses o sombreros de copa o ala ancha.
En esta primera jornada de desfiles en Milán también presentó sus propuestas, entre otros, Alberta Ferretti, una colección que en sus redes sociales definió como «impalpable, escultoreo, etéreo, icónico, romántico, precioso y para siempre».
Su apuesta es nocturna y muy urbana, dominada por el negro o los tonos grisáceos, y solo a veces rota por irrupción del rojo o del violeta, y compuesta por chaquetas asimétricas de cuero, monos, vestidos que van de la sobriedad a lo metálico, hombreras o voluptuosas blusas.