México, 20 feb (EFE).- Una mafia de taxistas e inspectores del transporte público de la ciudad de Monterrey, en el norteño estado de Nuevo León, asaltan a migrantes mexicanos que van legalmente a trabajar a Estados Unidos, según reveló una investigación del medio Proceso.
Con el testimonio de autoridades consulares y representantes de las víctimas de los robos, la investigación periodística precisó que cada mes ocurren al menos tres o cuatro asaltos a grupos de migrantes.
A estos les roban un promedio de entre 3.000 dólares y 5.000 dólares tras abordar taxis desde la Central de Autobuses de Monterrey.
Estos migrantes mexicanos, que trabajarán en Estados Unidos con visas de trabajo H2B y H2A, arriban cada año a Monterrey y son miles, la mayoría jornaleros y obreros. En 2019, el Consulado General en Monterrey tramitó hasta 177.154 visas.
Ante la situación denunciada, fuentes del Consulado General en Monterrey han exhortado a denunciar cualquier actividad criminal a las autoridades locales.
Según el abogado Héctor García, quien representa algunos de los trabajadores víctimas de atracos y fraudes, cada mes se repiten tres o cuatro asaltos a individuos o a grupos de migrantes temporales, quienes abordan taxis de la Central de Monterrey.
Esta mafia está presuntamente integrada por los taxistas, autoridades del transporte, y posiblemente por policías federales dedicados a vigilar la Central de Autobuses.
Los trabajadores migrantes provienen en su mayoría de los estados mexicanos de Guanajuato, Zacatecas, San Luis Potosí, quienes viajan en grupos de entre tres y cinco personas.
«La mayoría son jóvenes con maletas grandes y su vestimenta también ayuda a reconocerlos», indicó el texto periodístico.
Los abogados que los contactan en México les recomiendan utilizar taxis para evitar robos pero, tras pedir el servicio, terminan siendo subidos a coches particulares, todo ello frente a los inspectores del transporte público de Nuevo León.
En otras ocasiones los suben a taxis presuntamente oficiales, pero que carecen de razón social y sin número de registro.
Cuando dejan la terminal de autobuses, los conductores los llevan a una antigua estación de trenes y poco después, según han reportado víctimas, aparece otro vehículo con hombres armados para robarles sus pertenencias.
En otras ocasiones es el mismo taxista quien saca un arma de fuego y roba directamente los dólares de los migrantes mexicanos, explicó la investigación periodística.
Según datos oficiales, en 2018 había en Estados Unidos hasta 12,3 millones de mexicanos y 26,2 millones son mexicanos de segunda y tercera generación.